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Las preferencias de estimulación en las mujeres para tener orgasmos

La estimulación para alcanzar orgasmos varía en cada mujer y eso depende de los movimientos con el tacto. Este estudio revela cuáles son las preferencias de ellas.

Los científicos y los hombres en general llevan mucho tiempo intentando entender el orgasmo femenino. Gracias a un nuevo estudio publicado en el Journal of Sex & Marital Therapy (Diario de terapia sexual y matrimonial) y centrado en la estimulación genital mediante el tacto, una cosa está clara: aunque cada mujer experimenta el placer sexual de forma diferente, existen algunas técnicas de estimulación a las que responden la mayoría de mujeres.

Las autoras del estudio analizaron datos de una encuesta online de 2015 realizada entre un segmento representativo de la población y centrada en las respuestas de 1.055 mujeres, la mayoría de ellas heterosexuales, de entre 18 y 94 años. En concreto se concentraron en las preguntas que tenían que ver con la demografía y el historial sexual, los orgasmos durante las relaciones, la calidad de los orgasmos y la estimulación genital.

Uno de los aspectos más fascinantes de la encuesta era lo extremadamente específica que era en torno a la estimulación genital mediante el tacto. Las investigadoras de la Universidad de Indiana colaboraron para elaborar las preguntas con representantes de OMGYes.com, una empresa con sede en California que previamente había trabajado en temas relacionados con las preferencias de las mujeres y sus técnicas preferidas.

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No solo preguntaron a las participantes dónde les gustaba que les tocaran (las opciones incluían directamente en el clítoris, sobre la piel en torno al clítoris, en los labios vaginales, etc.), sino también qué tipo de movimiento (por ejemplo, lateral, vertical o diagonal) y cuánta presión preferían (desde ligera hasta suficientemente firme para penetrar en la piel genital).

Entre la abundante recopilación de datos del estudio, las investigadoras afirmaron haber encontrado «una considerable diversidad en lo referente a las preferencias de estimulación mediante el tacto» en términos de localización, presión, forma/estilo y patrones de movimiento. Por ejemplo, dos tercios de las mujeres dijeron que disfrutaban con la estimulación justo alrededor del clítoris (es decir, los laterales o la parte inmediatamente superior o inferior del clítoris), con las caricias sobre el clítoris sin aplicar presión y con la estimulación de los labios.

Aunque las dos formas o estilos más comúnmente mencionados como preferidos por las mujeres fueron el vertical (63,7%) y los movimientos circulares (51,6%), resulta interesante saber que muchas mujeres (el 41%) preferían un solo tipo concreto de estimulación.

Dos tercios de las mujeres dijeron que disfrutaban con la estimulación justo alrededor del clítoris.

La mayoría de mujeres también afirmó que disfrutaba con la presión entre ligera y media. Sin embargo, el 16% que disfrutaba con todos los tipos de presión. Y en términos de patrón de movimiento, más del 75% de las encuestadas se decantó por el movimiento rítmico, un movimiento que rodee en círculos el clítoris, cambiar entre diferentes tipos de movimientos e ir alternando una estimulación más intensa con una menos intensa.

«Las mujeres podrían encontrar útil pensar en estas dimensiones diferentes de la estimulación genital cuando exploren su respuesta sexual durante sus juegos sexuales en solitario o en pareja», afirma el estudio, «y los terapeutas y educadores podrían encontrar estas dimensiones útiles para realizar sugerencias específicas a las parejas. Tener presentes estas cuatro dimensiones de la estimulación táctil podría brindar a los individuos o a las parejas más orientación o ideas concretas para experimentar con ello, que vayan más allá de la amplia sugerencia de ‘explora para ver qué te gusta'».

No obstante, una de las mayores aportaciones de este estudio para las mujeres es el poder de verbalizar las propias preferencias de estimulación. «Creo que muy pocas personas utilizan tanto detalle en sus conversaciones sobre sexo con una pareja», explica a Broadly Debby Herbenick, autora principal del estudio y profesora de ciencia de salud aplicada en la Universidad de Indiana.

«Para mí (como investigadora de la sexualidad) es una aportación muy interesante en términos de haber trabajado con OMGYES y el nivel de detalle que han aplicado a todo su trabajo. Los datos muestran que existen auténticas diferencias en el modo en que las mujeres disfrutan de la auto estimulación o de la estimulación por parte de una pareja».

«¿Por qué no ampliar nuestro lenguaje sobre sexo más allá de ‘tócame ahí abajo’?»

«¿Y por qué no podemos compartir eso?», continúa. «La gente explica con todo detalle el tipo de vino o de cerveza que le gusta (por ejemplo, hablando de los matices ácidos o afrutados de un vino o del sabor amargo de una cerveza) y los demás entienden ese lenguaje (al menos si te interesa el vino o la cerveza sí lo entiendes). ¿Por qué no ampliar nuestro lenguaje sobre sexo más allá de ‘tócame ahí abajo’?».

Otro descubrimiento importante que destaca el estudio es que no todos los orgasmos son iguales. Tres cuartos (el 77,5%) de las mujeres indicaron que algunos orgasmos son mejores que otros (de estas, el 39% indicó que añadir estimulación clitoriana a la penetración mejoraba su experiencia). «Es importante ampliar nuestras conversaciones sobre el orgasmo», afirma Herbenick, «porque con demasiada frecuencia el orgasmo se trata como algo binario: o ha sucedido o no ha sucedido. Pero… los orgasmos tienen muchos matices y ser consciente de ello puede ayudar a la gente a mejorar sus experiencias y simplemente a explorar».

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