El cabello es para muchas mujeres, un sinónimo de femineidad y sensualidad, además de una parte importante de la personalidad de una. Sin embargo, para quienes padecen cáncer o alopecia, uno de los momentos más tristes es cuando pierden su cabello. El sentir cómo se desprende de la cabeza y ver cómo se queda entre los dedos, puede ser un shock muy fuerte, pues aunque una esté consiente de que eso pasa, ninguna está preparada para vivirlo.
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Por eso, en la mayoría de los casos el autoestima se deteriora, el ánimo decae y una siente que no entra en los cánones estéticos de la sociedad.
Pero ante ese constante malestar frente a los estereotipos de belleza, Kristi Joyner Tavenner, una mujer que lucha contra el cáncer de seno, se propuso cambiar esto a través de la fotografía. Kristi perdió todo su cabello a causa del tratamiento contra el cáncer pero eso no la detuvo para querer darle ánimo a otros pacientes que pasan por el mismo trago amargo.
Kristi no estuvo sola pues su hija también estuvo presente junto a su madre. ¿Lo especial? No sólo el lazo madre-hija que las une sino que también la pequeña perdió todo su cabello a causa de la alopecia (enfermedad que produce una pérdida anormal del cabello) que padece. Además, fue la pequeña quien inspiró valentía a su madre para aceptar la pérdida de su cabello.
La sesión fotográfica corrió a cargo de la amiga y fotógrafa de Kristi, Kellie Rose quien capturó de forma emotiva la conexión que han creado madre e hija a través de un padecimiento que las «separó» de la belleza que espera la sociedad.
Las fotos fueron compartidas en redes sociales y rápidamente se volvieron virales gracias al mensaje que plasman.
«Ambas hermosas mujeres son calvas por diferentes razones. Mi buena amiga Kristi ha estado luchando contra el cáncer de mama y su dulce hija de 7 años, Rose, sufre de alopecia. Rose comenzó a mostrarse totalmente calva cuando se le cayó todo el cabello hace unos años y fue hermoso escuchar a Kristi sobre cómo Rose le ayudó a ser valiente cuando comenzó a perder su cabello durante los tratamientos de quimioterapia. Ambas son dos de las personas más hermosas que he conocido, por dentro y por fuera, y están aquí para mostrarles a todos que ¡ser calvo es hermoso!»