La expresión “tener mala mano” se utiliza en varios países de Latinoamérica —como Chile, México, Ecuador o Perú— como sinónimo de haber tenido una mala experiencia sexual.
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Esta se asocia con una pérdida de vitalidad, reflejada en un cuerpo decaído, un rostro opaco y con ojeras, como si la persona hubiera perdido su energía o su encanto.
Pero ¿es realmente posible que el sexo influya en nuestra apariencia física o emocional? Aunque no existen evidencias científicas que lo respalden de manera contundente, consultamos a cuatro especialistas de distintas áreas para abordar esta creencia desde una mirada energética, emocional y espiritual.
“La energía sexual es poderosa y lo que importa es el disfrute”
Jaime Domínguez, terapeuta holístico y máster en hipnosis clínica
Para Domínguez, la frase “mala mano” es errónea. Según su visión, lo que realmente influye es la energía que se genera durante el encuentro íntimo, y esta depende del disfrute mutuo.
“No estoy de acuerdo con que se lo denomine así. Tiene que ver con las energías positivas y negativas que nos rodean, especialmente en el plano sexual. Cuando piensas demasiado en si le gustarás al otro, te bloqueas. No se trata de egoísmo, sino de disfrutar para poder hacer disfrutar”, explica.“La energía sexual es muy fuerte porque entregamos cuerpo, mente y emociones. Incluso si no hay amor, eso no significa que la energía sea negativa. No hay una receta para esto: se trata de vivir el momento sin vergüenza y con entrega total.”
“Hay quienes te iluminan y otros que te apagan”
Nuria Vanegas, terapeuta de pareja
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Vanegas aborda el tema desde una perspectiva psicológica y espiritual:
“Existe la creencia urbana de que hay personas que te ‘arreglan’ y otras que te ‘descomponen’. Toda persona que llega a nuestra vida viene a reflejarnos algo que debemos sanar.”
Según ella, cuando se ignora esa enseñanza emocional y se busca en el otro una felicidad externa, se entra en un ciclo de frustración, tristeza y desgaste emocional.
“Esto se refleja en lo físico: agotamiento, ansiedad, falta de brillo, desconexión con uno mismo. Citando a Jung: <i>‘La depresión es como una señora de negro. Si llega, no la expulses. Invítala a la mesa y escucha lo que tiene que decir.’</i> Huir sin aprender solo lleva a repetir el patrón con otra persona.”
“Sexo sin conciencia puede alterar tu campo energético”
Jacqueline Pareja, practicante de sanación reconectiva
Pareja afirma que el sexo no solo involucra el cuerpo, sino también el campo energético:
“Estudios científicos indican que una relación sexual consciente, con amor, puede generar un estado de unidad energética. Pero cuando se practica sin amor o conciencia, se produce una vibración baja que puede alterar nuestro campo áurico y contaminar nuestros pensamientos.”
También hace énfasis en el intercambio energético invisible:
“No sabes con cuántas personas ha estado tu pareja, y esa energía se transfiere. El sexo es un acto de compartir y recibir; si se hace sin amor, puede tener consecuencias en otros aspectos de la vida.”
“La actividad sexual puede drenar la energía vital”
Javier Gómez, sofrólogo y coordinador de Brahma Kumaris Ecuador.
Desde una visión espiritual, Gómez plantea una postura más crítica hacia el sexo como búsqueda de plenitud:
“Se ha descubierto que la actividad sexual puede acelerar el envejecimiento y generar hastío. Seguimos buscando satisfacción en lo sensorial, y eso nos deja vacíos. Es como dos vasos vacíos intentando llenarse entre sí.”
Para él, la clave está en recargarse espiritualmente:
“Si el alma también pierde energía, necesitamos aprender a restaurarla desde adentro, más allá del placer físico o emocional. Solo así rompemos el patrón de vacío y decepción.”
Entonces, ¿el sexo influye en cómo te ves?
Aunque no hay una prueba científica concluyente, sí parece haber un consenso entre los expertos: el estado energético, emocional y espiritual que acompaña al sexo sí puede reflejarse en cómo te sientes y te ves.
No se trata tanto del acto en sí, sino de con qué intención, conciencia y conexión lo experimentas.