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“El frasco de la felicidad”, el remedio para sentirte mejor todos los días

Esto te ayudará a cambiar las actitudes negativas del día y transformarlas en algo positivo

Muchas veces la vida nos parece un interminable problema, pero es porque en esos momentos no recordamos sus cosas buenas. La felicidad es un instante que debemos aprender a reconocer.

Por ello, Elizabeth Gilbert, la afamada autora de «Eat, Pray and Love» («Comer, rezar y amar») tuvo una brillante idea, (respaldada por la idea de la psicóloga Elsa Punset) que ha inspirado y encantado a muchos por la forma en la que cambia la perspectiva de la vida.

Se trata del llamado ‘jarro de la felicidad’, una manera sencilla de recordarte todos los días lo bueno que te pasó en el lapso de 24 horas.

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Nuestro cerebro está programado para evitar todo lo que pueda hacernos daño. Esta es una de las razones por las que la tristeza es la emoción más duradera. Por lo tanto, es importante educar al cerebro para entender que las cosas no son en blanco y negro y que los problemas también pueden ocultar semillas de cambio y lecciones de vida.

Es así como a través de tu frasco de felicidad aprenderás a sacar todo lo bueno, aprender de lo malo y agradecer lo que tienes. Para ello, cada día deberás escribir algo en un pedazo de papel: tu momento más feliz de las últimas 24 horas, incluso si fue un día realmente horrible y olvidaste respirar un par de veces. Siempre habrá algo para aprender, una oportunidad para crecer o un amigo que apareció justo antes de que estallaras y te llevó calma.

A veces tenemos que cavar profundamente para encontrar nuestros buenos momentos, pero siempre están ahí

Con el paso del tiempo el frasco se irá llenando y te irás dando cuenta de todo lo bueno que puede pasar en el día, la semana, el mes, el año…la vida.

Consejo: Cuando te sientas triste, abre tu frasco y lee lo que contiene, al azar. Esto te ayudará a recordar que aquel mal momento por el que estás pasando no durará para siempre.

Ahora sí, por si no te quedó del todo claro, estas instrucciones te harán ver lo sencillo y divertido que puede ser. Lo único que necesitarás es un frasco transparente con tapa y hojas de colores.

Instrucciones

1. Todos los días piensa en algo que te haga feliz. Puede ser una broma que te contaron, un abrazo que te dieron, algo que hayas logrado o una enseñanza que te dejó alguien con quien te cruzaste en el día. Deber ser lo más sincero posible y nada de forzar las cosas, recuerda que la felicidad puede estar en lo más simple.

2. Escríbelo en un pedazo de papel. Puedes armar pequeños pedazos de papel del color que quieras. ¡No hay reglas! Sólo procura que sean pequeños para que entren en el frasco.

3. Deposita diario tu papel en el frasco. La idea es hacerlo todos los días, pero si por cosas de la vida no puedes hacerlo o se te olvida, no te preocupes, puedes hacerlo después. Sólo no olvides pensar todos los días en algo bueno. En cuanto puedas, coloca tu reflexión en el frasco.

4. Lee los mensajes cuando sientas que nada va bien. Lo más especial de este proyecto es recordar lo bueno cuando estás en medio de una tormenta. Así que cuando te sientas con el ánimo bajo o confundido por algo, saca y lee uno de los mensajes del frasco. Estos son recordatorios de todo aquello que te ha traído calma y felicidad así que no hay nada como tenerlo siempre presente.

 

Siempre hay algo que poner en el frasco. Incluso en el día más horrible, hay un momento feliz (o por lo menos: un momento MENOS horrible), explica Elizabeth Gilbert

 

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