La columna de Constanza Díaz Hauser, Web: www.perfectamenteimperfectas.cl
PUBLICIDAD
Hace unos días, la modelo Pamela Díaz subió en su cuenta de Instagram un video donde salía comprándole colados a su pequeña hija. Sin hacerse esperar aparecieron las súper-mamás a hacerla pedazos por darle colados a su guagua. Un sinnúmero de mensajes diciéndole «mala madre» llegaron en pocos minutos.
DESCUBRE MÁS:
- 5 tips para que tus hijos coman bien en tu restaurante o cualquier lugar que no sea casa
- 6 cosas que necesitas en la maleta que llevarás al hospital cuando tendrás un bebé
- Elige la mejor silla de paseo para tu bebé con estos tips
Quedé estupefacta.
Tanta mujer, mamá igual que yo, igual que todas, juzgando y linchando a otra mamá por dar un colado. ¡Un colado! Un inocente colado. ¿Quién no dio uno de ellos a sus hijos cuando eran guaguas? Yo sí lo hice, y no por eso me siento ni soy mala mamá. Me pregunto de dónde salió tanta mamá perfecta a cuestionar y meterse en la maternidad de otras. ¿Con qué derecho? Con ninguno, por supuesto. Nadie les pidió su opinión, y a nadie le importa. ¿Hasta cuándo vamos a tener a esta «policía de las madres» metiéndose en la crianza de otras?
Lo único que logran es seguir llenando de culpa a las mamás vulnerables y temerosas. Sobre todo a las primerizas, que sienten que caminan sobre cáscaras de huevo y por todo las cuestionan y juzgan.
Señoras madres perfectas, dejen de meterse en la crianza del resto. Críen ustedes como quieran, pero no impongan sus teorías y estudios «científicamente comprobados» al resto. Un colado no es veneno. Una mamadera con leche de tarro tampoco. Nadie les pidió su opinión, y ya estamos todas aburridas de escucharlas. No se metan donde no las han llamado.