Por redacción Nueva Mujer
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En muchos países hay un dicho que reza: «mujer al volante, peligro constante» y es utilizado para decir que las mujeres no conducen tan bien como lo hacen los hombres. Además, hay una creencia arraigada de que cuando ocurre un accidente, es por culpa de una mala conductora.
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La Universidad Politécnica de Madrid quiere terminar con este pensamiento, pues según lo publicado en su estudio «Mujeres conductoras en España: Implicación en accidentes de tráfico y comparación con los conductores varones», los hombres tienden a poner en riesgo su integridad y la de las personas que los acompaña más que las mujeres.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron 200 mil siniestros durante diez años, tendiendo como resultado significativas diferencias entre los hombres y las mujeres. «La mujer respeta más la norma, no asume tantos comportamientos de riesgo como los hombres, y eso se traduce en menos accidentes y menos víctimas», señaló Blanca Arenas, coordinadora del estudio.
También reveló que los hombres sufren el doble de accidentes que las mujeres. Pero eso no es todo, también se les atribuye un 44.5 por ciento de heridos graves, es decir, de personas que resultaron damnificadas luego de los percances.
Los accidentes más frecuentes en los hombres son los atropellos, vuelcos y colisiones, relacionados con el exceso de velocidad. Mientras que en las mujeres, los accidentes más comunes son los choques por alcance y la salidas de vía, ya que se distraen fácilmente y guardan menos distancia. Tampoco se trata de competir, pese a que abusan de la velocidad, los hombres perciben y reaccionan mejor a las situaciones peligrosas.