Hace algunos años, el término millennial era bastante ajeno. Aunque muchos de nosotros formamos parte de esta generación — los nacidos entre 1981 y 1995— pocos sabíamos lo que significaba.
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Ahora, tenemos un poco más claro de qué se trata. Al analizar las características de este esta denominación etaria y social, no siempre consideramos los hábitos que perjudican nuestra salud.
La mayoría de los millennials son jóvenes, pero si naciste en 1981, no puedes pretender hacer lo mismo que alguien que llegó al mundo en 1995: los años pesan, aunque no lo queramos reconocer.
¿Cuáles son nuestras fallas? ¿Nos preocupamos realmente de nuestro bienestar?
No vas al médico
Nadie quiere preocuparse de estas cosas, pero hay que hacerlo. Por más que seas joven, la salud no es algo con lo que se puede jugar. Si te sientes mal, no lo ignores y consulta con algún especialista.
Sigues dietas basándote en las tendencias
Abres tu Instagram y ves que todo el mundo está tomando smoothies desintoxicantes. Como es tendencia, lo haces sin preocuparte de las consecuencias que eso pueda tener para tu organismo. Los smoothies son muy sanos, pero tienes que considerar lo que realmente necesita tu cuerpo.
Crees que el fin justifica los medios
Con las exigencias estéticas, todos quieren verse bien. El problema, es que no todos tenemos la misma contextura que esa mujer u hombre que publica imágenes de un abdomen tan tonificado que parece hecho con Photoshop.
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Bueno, eso es justamente a lo que nos referimos: no creas todo lo que ves (existen filtros para imágenes) y tampoco arriesgues todo por verte como esa chica ultra fit que sigues en las redes sociales.
Tomas a la ligera tu salud mental
Se ha comprobado que los millennials se sienten presionados por la sociedad: tienen sus propias convicciones y las quieren hacer valer, pero aún luchan contra una sociedad tradicional. Esto genera ansiedad, depresión y otros problemas que no pueden tomarse a la ligera.
No duermes lo suficiente
No abuses de tu juventud, aunque tus amigos te digan lo contrario. Es clave que valores la calidad de tu sueño, porque repercute directamente en tu calidad de vida.