Paola Beléndez, recuperada de diversos trastornos de alimentación, alcoholismo y otros males que la aquejaban, sintió un fuerte llamado para dedicarse en cuerpo y alma a guiar a las personas a encontrar su verdadero potencial y la sanación dentro de ellos mismos. Esta es una de sus reflexiones:
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Al darme cuenta de que la mejor acción es la no acción, de que el verdadero trabajo debe realizarse dentro, y como por ley «como es adentro es afuera», todo lo que se obtenga gracias al trabajo interior se reflejará en el exterior.
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Cuando entendemos que la verdadera riqueza poco tiene que ver con tener muchas cosas, sino con un profundo sentimiento de gratitud que surge cuando descubrimos que tenemos todo lo que necesitamos en este mismo instante, no mañana, hoy, llega la abundancia.
Una persona rica es aquella cuyos ojos físicos han sido entrenados por el corazón para ver todo lo que tiene y no lo que le falta, para ver el sinfín de bendiciones que le rodean a cada instante.
Aquella que baila en celebración con la vida, aquella que se atreve a recibir el amor de los pájaros, de los árboles y de todos los rincones del Universo.
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Aquella que sabe disfrutar de las cosas más sencillas de la vida, aquí y ahora; una sonrisa, un atardecer, una taza de té.
La abundancia no equivale a una gran cuenta en el banco, sino a la certeza de que Él (llámale como quieras…) siempre proveerá; la certeza de que todo es perfecto tal y como está y la capacidad de reconocer que el regalo de la vida está en cada inhalación.
Este texto fue extraído, con autorización, del libro ‘Volar despierta’ de Paola Beléndez. Si tienes alguna historia, vivencia o simplemente algo que quieras compartir, envíalo a nuestro e-mail nuevamujer@publimetro.com
