La vida adulta no es fácil. Al mismo tiempo que tenemos que hacernos responsables de nuestros gastos, vivimos en un mundo laboral competitivo y eso puede repercutir en el tiempo libre que tenemos.
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Ese tiempo libre puede dedicarse a varias cosas, pero por lo general, nos gustaría que fuera para descansar y para ver a nuestros amigos y amigas. ¿Es posible compatibilizarlo todo?
Independiente de cómo organicemos nuestro tiempo, hay estudios que aseguran que a partir de cierta edad, comenzamos a reducir nuestro círculo de amistades.
Por ejemplo, según un reporte de la Universidad Aalto en Finlandia y el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, hombres y mujeres empiezan a perder amigos a partir de los 25 años.
Analizando registros recopilados de los teléfonos de voluntarios, los investigadores compararon la cantidad de contactos que cada uno tenía y la regularidad con la que hablaban con ellos. No se consideró las redes sociales porque los registros analizados fueron originalmente reunidos en el año 2007.
El hecho de analizar estas llamadas y contactos, permite establecer un patrón más real que el que se puede observar ahora: muchos tenemos contacto con personas que nunca hemos visto en vivo y eso es por Internet y las redes sociales.
El estudio entonces, se refiere a amistades reales con las que se habla de manera constante, y también habla de otros momentos en la vida en que cambian nuestros patrones de amistad.
A diferencia de las mujeres, los hombres tienden a reducir más aún el número de amigos, sobre todo pasados los 40 años. Claro que no es igual para todos, pero sí hay que convenir en que a partir de esa edad, nos damos cuenta de los amigos reales que tenemos y también cortamos relación con las amistades más superficiales.
