Con todos los avances tecnológicos en la medicina reproductiva, a veces se nos olvida que hay que volver a lo básico para mantener a raya la fertilidad.
Sí, hay muchos tratamientos que ayudan a potenciarla y eso es una excelente noticia para muchas mujeres que quieren ser madres, pero que lamentablemente tienen problemas que lo dificultan.
Lo importante es seguir tomando atención a la buena alimentación como factor clave: una persona que come bien, que tiene hábitos sanos, tiene mayores posibilidades de que su cuerpo esté receptivo a comenzar a gestar una nueva vida en su interior.
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Hablemos de la vitamina D y de su papel en la fertilidad de las mujeres. ¿Por qué deberíamos considerarla como elemento clave de nuestra dieta? Primero, hay que tener claro qué es y para qué sirve.
Es la vitamina que se encarga de regular el paso y absorción del calcio en los huesos, por eso es tan importante, porque ayuda a que la estructura ósea de nuestro cuerpo se mantenga firme.
Además, regula los niveles de azúcar en la sangre, potencia la inmunidad y ayuda a que los genitales estén sanos ya que promueve el balance de la flora bacteriana vaginal, muy importante en el embarazo.
Por darle importancia al hierro y al ácido fólico —sin despreciar su papel en la fertilidad y el embarazo— la vitamina D suele pasar a segundo plano, aunque no debería ocurrir.
Según Alissa Vitti, experta en salud y columnista en el portal MindBodyGreen, muchas mujeres con problemas de fertilidad, coincidentemente, tienden a presentar deficiencia de vitamina D3.
A partir de un estudio hecho por la doctora Lubna Pal y un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, también se determinó que aquellas mujeres que tengan problemas de fertilidad y que quieran embarazarse durante el invierno, deben considerar aún más la ingesta de vitamina D.
Al haber menos sol que en verano, tenemos deficiencia de esta vitamina y el cuerpo tiene que trabajar más para producirla, es por eso que es más difícil que la fertilidad se mantenga óptima si ya existen alteraciones.
Es muy importante comer huevos y pescado, aunque por lo general se necesitan suplementos para obtener la cantidad que no se puede obtener de los alimentos. Otro punto importante a considerar, es que la falta de vitamina D también altera el estrógeno, lo que también influye en la posibilidad de embarazo.