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Katherine Salosny: “Nunca me importó mucho el qué dirán”

Ama a sus amigos, sus paseos a la playa y hasta sus solitarios días en casa. A sus 51 años, asume que escogió una vida distinta al resto, la que disfruta sin cuestionamientos.

Por Carolina Palma F.

Pareciera que Katherine Salosny (51) nos acompaña desde siempre con sus programas de televisión, por lo menos para las sobre treinta es así. Partió en los 80 con «Extra Jóvenes» y, pese a que abandonó la televisión algunos años, volvió para quedarse. La primera oportunidad se la dio «Buenos Días a Todos», en TVN, y luego «Mucho Gusto», en Mega, donde hasta ahora celebra los buenos resultados en rating.
Muchos medios llevan meses halagando su estado físico a los 50 años; ella lo agradece, pero no quiere que sea tema tan recurrente. Aunque es bastante difícil no reconocerlo, y no solo por su atlética apariencia, sino que se muestra activa, luminosa. Madruga por su programa, pero también disfruta de una rutina de ejercicios diaria admirable, que incluye al menos una hora de piscina y bicicleta. ¿Su vida amorosa? No afirma ni desmiente que aún pololea con el abogado José Luis Uriarte, que tanto revuelo causó por ser 13 años menor, pero acepta que está feliz.
En esta etapa de tu vida, ¿te importa menos el qué dirán?
¡Absolutamente! Y además uno se va desprendiendo en la medida que vas solucionando problemas personales contigo, con el entorno. La mochila se va alivianando con el paso del tiempo.

¿Antes te importaba mucho?
¡Creo que nunca me importó mucho! (ríe). Tanto así que un momento renuncié a la televisión para hacer lo que tenía ganas de hacer, que era estudiar teatro, y nadie entendía nada. También ha sido un acto de sanidad, porque si no imagínate qué lata andar preocupada de lo que se dice de mí. Me parece que preocuparte de lo que dicen es estar fuera de ti, y no preocuparte de lo que buscas en la vida.

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Mirando atrás, ¿buscaste la televisión?
La televisión se me dio bien desde el principio. Cuando hacía el «Extra Jóvenes» lo recuerdo como un juego, no como una pega. Nací con un don para esto. Si bien no lo busqué, soy mujer de televisión. Siempre me concentré en mi pega, soy bastante profesional, y eso significa trabajo, compromiso con lo que haces y cimentar buenas relaciones.

¿Te has equivocado alguna vez con las relaciones en el trabajo?
Las relaciones humanas son así en el entorno del colegio, del trabajo o familia. Es parte de la vida tener roces, pero tampoco es un tema. Sí siempre he tenido una buena relación con la gente que trabajo, porque es necesario y porque me gusta pasarlo bien. Si ha habido algún conflicto, trato siempre de resolverlo. Lo malo es dejar pasar las cosas, y yo en la vida he ido siempre de frente, entonces no he tenido grandes problemas.

¿Te consideras una mujer tolerante?
Uf… El ejercicio de la tolerancia uno debe ejercitarlo siempre. Sin duda soy mucho más tolerante ahora que antes. Tampoco he tenido grandes conflictos, siempre he dejado ser al otro, porque yo también escogí un camino distinto, entonces eso detona que uno espere que te acepten tal como eres, con la pega que uno eligió, con ser mujer independiente, trabajar toda la vida y hacer ciertas renuncias en el camino. Hoy me cuestiono menos las cosas, son no más. Voy por la vida gozando lo que tengo. Me encanta mi forma de vida, mi trabajo, el equipo con que trabajo ahora, mi entorno más íntimo. Siento que no tengo conflictos. Ya me hice cargo de mí hace bastante tiempo (ríe).

¿Eres de pocos amigos?
Es que tengo distintos tipos de amistades. Recuerdo que hice un cumpleaños tiempo atrás y llegaron 85 personas de distintas etapas de mi historia, del colegio para arriba. Muchos amigos circunstanciales que fui conociendo en el camino, y los íntimos que son pocos, claro.

¿Cuál es tu idea de bienestar?
El deporte es fundamental, sin duda. La natación es básica, junto con la bicicleta. De hecho, por eso escogí vivir en una comuna conectada, porque hace 16 años voy a todas partes con la misma bicicleta, que la enchulo cada cierto tiempo y que me la mandé a hacer de acuerdo a mi estatura, peso y cómo la uso. Incluso tengo un grupo de amigos con los cuales hacemos bicicleta urbana, o en cerros o nos vamos a la playa y hacemos rutas allá. También está mi espacio en la playa (Tunquén), las parrilladas en mi casa, el teatro, cine, mis libros, mis perros, y los momentos de ocio y silencio en casa también.

¿Pensaste vivir en Europa u otro país, donde muchos cultivan este estilo de vida?
Claro, quizás no me harían tantas preguntas sobre la forma de vida que elegí. Aquí te preguntan por qué, por qué, por qué…

Sí. Acá te piden, por ejemplo, apurarte con la maternidad constantemente…
Es cierto, pero sabes que nunca me hice cargo de la presión social o cultural. De repente te sientes en un camino solitario porque alguien te aborda y te hace la misma pregunta, y uno como figura pública está expuesto a eso. Piensan que es extraño, pero no, es la forma que elegí y todos tenemos derecho a elegir la forma de vivir que queramos. Es un derecho con el que uno nace. No tengo que dar explicaciones al respecto.

¿De dónde nace ese ímpetu?
Crecí en Argentina, y allá es distinto. A veces siento que mi sentido de pertenencia se quedó allá, y tal vez me relaciono más con Europa, donde hay mayor libertad para escoger la vida que quieres sin que nadie te cuestione o mire como bicho raro. En Argentina me inculcaron el deporte como estilo de vida desde el colegio, el valor importante de los espacios culturales, el rescate de la identidad. También la diversidad, porque no hay tanta segregación como en Chile, entonces se cultiva la tolerancia, respetar el camino distinto que elige el otro… Y así crecí, con ese chip.

¿Crees que logras que este principio en tu vida traspase la pantalla?
Sí, en el panel expresamos nuestras opiniones. La gente ya sabe qué pensamos, conoce nuestra historia. No me da pudor mostrarlo, al contrario, hay que abrir las puertas a otros que escogen una vida distinta.

Estás en un matinal con harto éxito, pero vemos a figuras televisivas sobre 50 años, como tú, que aseguran que no tienen cabida por su edad. ¿Qué opinas?
Me da lo mismo el resto, sólo te puedo hablar desde mí. Amo lo que hago. El lugar en el que estoy ahora me lo he ganado con mi trabajo y perseverancia. Hoy estamos en un programa exitoso porque el equipo es espectacular, se comenzó a afianzar desde el día uno. Por supuesto contábamos con la convicción de competir por ser los mejores, ¿por qué no? Pero eso es trabajo, no es casualidad; no es suerte, es pega. Uno hace elecciones en la vida y te van llevando a algún lugar. Así se ganan los espacios.

Me imagino que tu autoestima está alta, ¿no?
Con mi metro 56 no es tan alta (ríe). Las mujeres cargamos con una culpa ancestral, cultural y social fuerte, pero tampoco me siento con esa carga. En algún momento sí sentía que mi autoestima me mermaba, entonces tomé la decisión de estudiar teatro y salirme de la televisión, porque necesitaba más recursos. Si no fuera así, no estaría donde estoy, como mujer independiente, profesional. Todos los escenarios en que he estado tienen que ver con buenas elecciones. Sin duda que uno tiene inseguridades en el camino, y por Dios que uno las tiene, pero he sabido sobreponerme sola y también he tenido la suficiente humildad para pedir ayuda de expertos.

Estás en pareja ahora. ¿Crees que se vive distinto el desarrollo de una relación a los 50?
Me carga hablar de esas cosas íntimas en los medios. Sí puedo decir que no me gusta comparar, porque cada momento son entregas distintas. Lo único que puedo asegurar es que estoy tranquila, y además feliz.

 

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