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Nicolás Luisetti de Magic One: “La pasión es mi sello”

Con sus actos, tanto privados como públicos, logra jugar con nuestros 5 sentidos, y ahora que está en solitario pretende seguir con grandes espectáculos que nos emocionen.

Por Carolina Palma Fuentealba. Fotos: Gonzalo Muñoz.

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Conocimos a Nicolás Luisetti (38) como parte de Magic Twins, realizando grandes ilusiones junto a Jean Paul Olhaberry, con quien llegó al Festival de Viña. Pese a su parecido, no son hermanos como se podría pensar. Se conocieron en Madrid hace más de 10 años, cuando veían un espectáculo de magia en un bar. Así se comenzó a gestar Magic Twins. «Con esto te das cuenta que las cosas pasan por algo, no hay casualidades. La vida es muy mágica, y uno se encuentra con experiencias mágicas que hay que saber escuchar», dice, mientras conversamos en un café cercano a la Corporación Cultural de Ñuñoa, que lo apoya constantemente.

Su acercamiento a la magia comenzó desde pequeño, pese a que nadie en su familia se relaciona con esta área. Su padre se desempeñaba como diplomático, mostrando siempre una gran personalidad, la que heredó junto con su gusto por los viajes. De hecho nació en Perú. «Cuando tenía 6 años, mi papá me llamó para que viera la luna llena con él. ‘En luna llena pasa cosas mágicas’, dijo. Puso su mano para tapar la luna, apareció un huevo en su mano, y me contó que la luna da huevos esa noche. Luego me reventó el huevo en la cabeza. ‘Para que no se te olvide’, y no lo olvidé», detalla Nicolás entre risas.

Viajó mucho con su abuelo viendo espectáculos de magia; con el tiempo mostró su faceta actoral en los espectáculos del colegio, e incluso tenía convencidos a sus compañeros que movía objetos con la mente. En ese entonces comenzó a sentir el gusto por crear sensaciones y emociones en las personas.

«Mis compañeros sabían qué estudiar, carreras aseguradas en su mayoría, pero yo pensaba que debía hacer lo que sentía; la idea era que las lucas no mandaran. Me tomé un año sabático, pero trabajé como auxiliar de vuelo en LAN. Me tocó toda la ruta internacional, así que el 2000 vi en Nueva York a Criss Angel, uno de los mejores magos, y salí llorando de emoción. Llegué a Chile y me inscribí en la escuela de Fernando Larraín. Mi familia fue bien liberal, sólo mi papá me dijo que hiciera lo que quisiera, pero que fuera el mejor», recuerda.

Te conocimos en dupla pero, ¿te quieres desmarcar de Magic Twins?
De alguna forma, sí. Tomamos la decisión de separarnos, pero quise tomar la batuta de Magic Twins porque estábamos haciendo las cosas bien. Proyectamos un estilo muy norteamericano, de mucha fuerza, y un formato único, de grandes ilusiones. Jean Paul quería un estilo mucho más teatral, más poético, entonces comenzamos a tener distintas opiniones sobre el concepto, y por eso tomamos rumbos distintos. De cierta manera tampoco quería perder 10 años de trayectoria. Hacerlo solo conlleva tener una mayor autoestima, mayor convicción, porque sino te puedes ir a pique.

¿Por qué crees que, al parecer, has tenido más cobertura que tu ex compañero?
Hace dos meses superamos las contrataciones que tenía Magic Twins. En agosto tuvimos 12 presentaciones, que es inédito para esa fecha del año. Lo cierto es que le tengo mucho cariño a Jean Paul, sólo se terminó un ciclo, terminamos en buena. Lo que logramos juntos es algo jamás pensado, entonces nunca hablaría mal de él, al contrario, estoy orgulloso de lo que hicimos. Aunque creo que el 70% del sello de Magic Twins era la energía, y era mi virtud. Él ponía el aire más calmado, poético, entonces la mezcla era muy buena, éramos el ying y el yang. A mi modo de ver es que a la gente le gusta ver la chispa, la rapidez de ejecución de las ilusiones, no dar la lata, aunque claro que hay magias más lentas que otras.

Has realizado espectáculos en la calle. ¿Te gustan los actos masivos?
Me encantan las intervenciones urbanas, que me desmarcan un poco de los shows de empresas. A veces la gente no tiene acceso de ver estos espectáculos. Personalmente me siento agradecido y doy la mano al universo dando momentos de distención con actos de magia e ilusión de alto impacto. Me gusta emocionar a la gente, alegrar al país. La pasión es mi sello. De alguna manera, como artista te hace sentir poderoso, porque son actos de mucho riesgo, tensión, muy adrenalínicos, donde no existe la posibilidad de error. Estar levitando en un poste 3 horas 20 minutos es único, pasa sólo en el extranjero con Criss Angel, David Blaine y Dynamo.

¿Esos espectáculos de verdad conllevan un gran riesgo?
Por supuesto, porque juegas con la altura y muchas otras variantes. Uno se prepara de 3 a 5 meses, tanto físicamente con ejercicio diario, como mental, porque te puedes descompensar, te puede dar una crisis de pánico. Una vez que levitas, debes entrar casi en trance, entonces imagínate la presión sicológica de estar 3 horas y media levitando…

¿Pero hablas con un sicólogo, meditas?
Primero hablo con un sicólogo, que me indica cómo actuar al borde del límite de la reacción de la mente. Uno no tiene el control absoluto de su propia mente, entonces es importante el autoconocimiento profundo. Hay que llevar la mente en blanco, saber cuál es tu objetivo y comprender que el propósito, es hacer feliz a la gente. Esos mismos aplausos o gritos son un aliento, ese es mi estímulo más importante.

¿Qué es la magia para ti?
Es hacer que lo imposible se haga realidad. Todos queremos eso. De hecho, ahora hago lo que soñé, aunque ser ilusionista es un sueño difícil. La pasión es lo que me moviliza. Ahora me siento honrado de enaltecer este arte, porque la magia es un arte. Hay mucho trabajo detrás, ensayo, preparación física con todo mi equipo, que en mi caso son 14 personas.

¿Cuál es el acto de ilusionismo que más te gusta?
Vengo saliendo de una gira por el país, y fue un show dinámico, redondo, donde me di cuenta de cómo la gente se deja llevar, cómo todo va fluyendo, cómo la música, los personajes y guiones toman vida. La estructura de mi show es variable: parto con mucho punch, luego me presento, hago un efecto cómico, luego hago un quiebre y me paso a la tensión, voy a la ruleta rusa con cuchillos… Súper fuerte para el público. Se ven muchas ilusiones estilo Las Vegas, y quiero seguir impactando con actos masivos. En el verano hice una prueba con una marca de pegamento, donde estuve levitando a siete metros de altura en posición Superman por 2 horas 25 minutos, que se convirtió en record mundial de levitación.

¿Qué piensas cuando dan a conocer los secretos de los magos en algunos programas?
Una estupidez, porque lo lindo de la magia es no saber cómo se hace, es un secreto oculto. Es fantástico cuando algo no tiene lógica, ¿no? El llamado Mago Enmascarado va contra su propia vocación, es un anti mago al revelar los secretos.

¿En la magia todo está hecho?
Ahora estoy viviendo un proceso bien interesante. Cuando alcanzas un nivel de mucho conocimiento en la magia, te puedes dar la libertad de crear cosas propias, puedes irte en volada, ir más allá de lo ya hecho. Ahora estoy enfocado en crear nuevas rutinas de grandes ilusiones para ofrecer a empresas, porque mi nicho son las empresas. La idea es dar un show con mucha fuerza donde se termina haciendo aparecer al gerente, ponte tú.

¿Alguna vez te has equivocado?
Alguna vez tuvimos un percance en un show con Magic Twins, pero nada grave y nunca se develó la ilusión. El margen de error no puede existir.

Se ve que vibras con la magia…
Es que más allá de que esté dedicado a ser un ilusionista, es también como interpreto la vida. Soy un ser humano de alma mágica. Las 24 horas proyecto un encantamiento mágico al hablar, con las manos…

¿Hay alguna otra actividad con que vibres?
Fíjate que vibro con la vida misma. La vida es un regalo del Universo, venimos a aprender y debemos disfrutar de las experiencias de la vida, sean buenas o malas. Estoy muy agradecido de vivir momentos de diferente índole. Me conecto mucho con la naturaleza. Me gusta estar solo, con mi propia compañía, porque tu mejor amigo debes ser tú mismo, así puedes luchar y salir de cualquier problema. Estamos claros que esta vida pasajera es para ser feliz, pero lo principal para serlo nace en el cariño propio, que a veces es tan difícil.

¿Qué opina tu familia?
Estoy casado y tengo una niñita de 6 años que es mi magia también, me muero por ella… El amor es muy poderoso. Bueno, la verdad es que le dedico mucho tiempo a la magia, es como mi amante (ríe). Tengo que dividir los tiempos, y a veces es escaso el que queda para la familia.

¿Y a tu hija la involucras el tema?
Siempre me pide que haga el efecto clásico de sacarme el dedo, una ilusión básica pero que genera impacto. Cuando la voy a dejar al colegio, los niños gritan «llegó el mago, que haga una magia» (ríe). Hay un acto que ella no puede ver que es mi escape dentro de una trampa de oso, donde hago un homenaje a Houdini. En 1 minuto 30 me desato de las cadenas y del grillete en el tobillo. Ha ido a ver el show, pero en esa parte la sacan porque puede sentir que voy a morir.

Algunas ilusiones pueden ser peligrosas, comentabas. ¿Algo te da miedo?
Bueno, cada uno debe morir en lo suyo. No quiero ser tan drástico, pero la pasión es la pasión. Por lo mismo, cuando uno hace algo riesgoso hay que tomarlo con mucha responsabilidad, organizarlo, pensarlo. Los errores se cometen cuando uno es demasiado precipitado para hacer las cosas.

¿Pero al menos sientes algo de miedo interno?
Me considero una persona muy adrenalínica, muy fuerte. Me encanta el riesgo, me gustan las pruebas llamativas. Me siento vivo, y la gente lo goza más cuando son pruebas de mucho impacto.

Me imagino que sigues viendo espectáculos internacionales. ¿Cuesta que te sorprendan?
Cuesta, sí. Sigo enamorado de la magia, pero ahora estoy preocupado de traer mayores espectáculos, más tecnología. Cuando soy espectador me cuesta dejarme llevar, porque me fijo en detalles como el vestuario, la iluminación, la música, en cómo camina el personaje, en lo que habla. Me preocupo de la estética exterior, porque la ilusión la conozco, usualmente. Aunque siempre hay algo que te va a sorprender.

¿Qué sigue ahora?
Seguir con mi show llamado «Impossible». Además me encuentro enfocado en una campaña publicitaria para una multienda, charlas y coaching de emprendimiento para empresas reforzando el liderazgo, la seguridad, trabajo en equipo y no tener miedo a los riesgos. También coordinando la agenda de los 18 shows que tenemos ya cerrados en empresas para fin de año en Santiago y regiones. Y armando la gira para el verano.

Te has convertido en un referente de la ilusión en Chile. ¿Has pensado en trabajar con niños?
Sí, en realidad hace un año imparto clases a unos 30 alumnos en la Academia Baume de Chicureo, para niños y adultos. Allí propongo que no vayan sólo para aprender un truco de magia, sino que vayan siempre por más.

¿Te sientes en un gran momento ahora, como Magic One?
De alguna forma sí, porque después de la ruptura de Magic Twins se podría haber ido todo a pique, pero pasó todo lo contrario, fue mejor.

 

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