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Cuando él no hace lo que quisieras que hiciera

Se lo has dicho mil veces y no te escucha, ¿qué tan posible es hacer que tu chico cambie para hacerte feliz?

Si lo ponemos así, quizá lo primero que pienses es que tu chico es tu novio, no tu perro. ¿Por qué haría lo que tú quieras que haga? Pero basta con escuchar una conversación entre amigas con atención para darnos cuenta de que, básicamente, todas se quejan de lo mismo.

No contesta mis mensajes, antes me escribía todo el día”. “Sabe que me gustan las flores y nunca le nace traérmelas”. “Se fue a comer pizza con sus amigos y no pensó en invitarme a mí” (esta es dealbreaker en mi caso, tus amigos no me importan pero ¿comer pizza sin mí? qué desconsiderado).

Y ya sé que siempre me dicen que parece que todo es siempre culpa de la chica y que los hombres no deben hacer un esfuerzo, pero la verdad es que cuando queremos que algo cambie, es más efectivo cambiarlo nosotros mismos.

Una sabia mujer me dijo un día “si quieres que un hombre haga algo, debes hacerle creer que es su idea“.

¿Cierto? Sí. ¿Manipulador? Depende. ¿Fácil? Para nada.

Lo primero que hay que recordar es que los hombres en general responden muy mal a las exigencias. Normal, tu chico quiere saber que lo quieres, no que lo necesitas.

De hecho, parece que tienen incluido un radar que detecta la necesidad, con alarma incluida para salir corriendo.

Así que si tú piensas que lo mejor es decirle que quieres que te vuelva a mandar mil mensajes al día probablemente te diga que sí y lo haga dos o tres días antes de volver a olvidarlo.

Y aquí es donde te pregunto a ti, ¿por qué quieres que cambie?

¿Por qué necesitas que te demuestre cariño en una forma específica? Claro que ser una persona más atenta y empática le va a beneficiar a él, pero ¿se lo estás pidiendo por él o por ti?

En otras palabras, si tú tienes miedo, te sientes insegura o hay algo de tu pasado que no te deja ser feliz, la noticia es que aunque tu chico se ponga de cabeza para cumplir todos tus caprichos seguirás sin sentirte bien. Y no es problema de él, es tuyo.

Si ese es el caso lo que debes hacer es lidiar con tus propios problemas en vez de ponerlos en sus hombros y echarle la culpa. Si realmente superas la inseguridad, te sentirás satisfecha, sin esa necesidad de “tener más”.

En cambio, si todo está bien pero crees que más comunicación fortalecerá su relación o lo que quieres que cambie es por él y no por tus inseguridades, hay una forma: empodéralo. 

Las mujeres nos decimos inseguras y no imaginamos lo dura que puede ser la presión social sobre ellos. A menudo, desde que son chiquitos se espera de ellos que sean exitosos. Y lo tienen grabado en el disco duro aunque no se den cuenta.

Aunque cada uno tiene una idea diferente de lo que refleja éxito (dinero, mujeres, diplomas, buen empleo, que gane su equipo de fútbol) te sorprendería saber cuántos en el fondo, tienen miedo de “no tener lo que se necesita”.

Rara vez lo demuestran porque, ya sabes, boys don’t cry. Pero si logras identificar su inseguridad y ayudarle a superarla eres casi la definición de una musa. Y es la única forma de que deje de “necesitar más” también.

Hombres o mujeres, al final es igual.

Si esto viene de un lugar sincero, realmente te interesa ayudarle a ser el mejor que pueda ser y no es un acto egoísta, no se le prenderá la alarma de “huye de la necesidad”. Al contrario. Un hombre que sabe que su chica respeta, aprecia y admira quien él es en realidad, hará lo que sea para mantenerla contenta.

Todo lo opuesto a alguien que se la pasa reclamándole por no ser quien no es, que necesita atención, que no juega en equipo. Que además siente que se muere si él no la mantiene viva. Yo también saldría corriendo, la verdad.

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