Todas las personas que pasan por nuestra vida dejan grandes lecciones. Muchas veces nos reprochamos y nos arrepentimos de haber dado lugar a situaciones que nos hicieron daño, y en medio del dolor es difícil encontrar el para qué o el aprendizaje.
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Estas son algunas cosas que he aprendido de las relaciones que no han funcionado en mi vida.
A veces lo que quieres no es lo que necesitas
Por más preguntas y súplicas que le hiciste a la vida para que esa persona se mantuviera a tu lado, cuando recuperas tu felicidad, terminas entendiendo por qué no funcionó. Siempre.
No puedes ayudar a alguien que no se deja
Porque, siendo muy honesta, muchas veces intentaste rescatar a esa pobre alma en desgracia de su propio caos emocional. Cuando este es el caso, las cosas terminan porque una de las dos partes se vuelve codependiente. No puede dejar de sentirse rescatada o dejar de salvar vidas.
La gente hace muchas promesas cuando está feliz
Nunca tomes decisiones permanentes bajo emociones temporales, dicen. Con el tiempo, comprendes que somos vulnerables a las propias emociones, y cuando estamos bajo el efecto del enamoramiento, la realidad se transforma. Bastan unos meses para que pase el efecto y las cosas se comiencen a ver como lo que verdaderamente son, buenas o no tanto.
Deja de idealizar a tu pareja
O ponerla en un pedestal, es igual de dañino para los dos. De alguna manera nos roba la capacidad de ubicarse como seres humanos que cometen errores y que están igualmente expuestos a los sentimientos.
Para siempre…mientras dure
Trato de comprender que, pensar demasiado en la belleza del “siempre juntos”, me puedo perder de cosas realmente valiosas o encontrar soluciones a conflictos actuales. Es muy común que, en ese proceso de verte en el futuro con él o ella, se pierda de vista lo que hay que construir para llegar a eso.
No puedes forzar el amor
Cada persona tiene su propia manera de demostrar amor. El error consiste en esperar que alguien actúe como lo haríamos nosotros. En ese momento llegan las decepciones. Intenta convencerte y confiar; si él o ella está contigo, es porque así lo decide todos los días.
Tener cosas en común sí es importante
A veces escucho eso de “polos opuestos se atraen”,, sí, y terminan en una escena dramática en el estacionamiento del café donde se acaba de terminar todo. Es importante conocer algo nuevo de tu pareja, pero también es necesario que los caminos que cada uno planea coincidan algunas veces.
La realidad es que nunca dejamos de aprender de las relaciones, pero eso es lo que hace más atractivas las posibilidades. Lo bueno de las personas que han pasado por nuestra vida es que nos dan la oportunidad de ir definiendo lo que ya no queremos en una relación.
Quizá al principio estemos nublados por el dolor y el enojo, pero eventualmente terminaremos agradeciendo la experiencia.