Existe la hostilidad y la nefastez, claro que sí, pero también la buena onda, y el experimento que vengo a compartir con ustedes lo comprueba: un robot en Tinder demuestra que los hombres son mejores de lo que se cree.
Hay en Instagram una cuenta llamada Bye Flipe, con más de 304 mil seguidores: retrata casos de hombres que se comportan hostiles con las mujeres que los rechazan en Tinder.
Según puede verse en dicha cuenta, es común que si una mujer no responde o muestra señales de indifierencia, o dice abiertamente que no quiere aceptar la invitación a la cita o el sexo, el “agraviado” le diga cosas desagradables: gorda, puta, fea y otras perlas.
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Karen X. Cheng y sus amigas emprendieron un ejercicio, para ver qué tantos hombres se comportaban como en las imágenes de Bye Felipe. Crearon un perfil falso en Tinder, un robot, con la foto de Lisa Winning (CEO de HeTexted).
Este robot recibió más de mil mensajes, todos ellos diciendo cosas lindas. Como el perfil de Lisa no era real, ninguno de estos usuarios recibió respuesta, pero de todas formas nadie lanzó comentarios desagradables. Muchos de ellos incluso siguieron intentando.
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Algunos de los interesados en ella hasta buscaron en Google HeTexted, que aparecía en el perfil de Lisa. Se tomaron la molestia de averiguar de qué iba su proyecto, para poder entablar conversación.
Ni una vez se usaron las palabras “puta”, “fea” ni “gorda”, mientras que “hermosa”, “linda” e “interesante” figuran entre las más empleadas.
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Los homberes estaban siendo tan lindos que las encargadas del experimento comenzaron a sentirse mal por ellos: “están invirtiendo tiempo y esfuerzo en un perfil falso”, pensaban.
La conclusión de estas chicas es que la nefastez masculina es menos común de lo que se cree, pero suele atraer nuestra atención, mucho más que la caballerosidad:
Son las historias negativas las que nos atraen. Las historias de hombres decentes y amables no nos parecen tan itneresantes como las de los imbéciles. Qué lástima, pero así es.
Estoy de acuerdo con ellas: los hombres en general están padres. Me caen bien.