“Acabo de terminar con mi novio y siento que se me parte el corazón en dos”. La asociación que le damos al corazón con los problemas emocionales, es un fenómeno cultural.
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Claro que la literatura es una influencia grande en esta creencia; se eligió este órgano del cuerpo para explicar metafóricamente esos sentimientos que calan tan hondo en nosotros que hacen que sintamos el pecho oprimido o el “corazón dolido”.
A pesar de que esta asociación puede que no sea del todo verdad, sí es cierto que los pensamientos negativos tienen una influencia más grande la que creíamos en la salud del corazón.
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Un estudio publicado en News Bureau y hecho por profesionales de la Universidad de Illinois, reveló que aquellas personas que mantienen una actitud positiva ante la vida tienen una salud cardiovascular privilegiada.
Para esta investigación, se evaluó a un grupo de 5.100 adultos y se concluyó que todos los que se encontraban estresados y que ponían constantemente pensamientos pesimistas en su mente, habían desarrollado condiciones al corazón.
Una de las autoras del estudio, Rosalba Hernández, aseguró que la salud mental tiene relación directa con la salud del corazón:
Los individuos con niveles más altos de optimismo tienen el doble de posibilidades de tener una salud cardiovascular ideal, comparado con los otros que son más pesimistas.
Ya tenemos una buena razón para dejar de ser tan negativos y ocupar nuestra mente con cosas positivas. El estrés emocional puede ser malo no sólo para la salud de nuestro corazón, sino que de todo el cuerpo.