Aunque lo ideal sería lograr una sociedad equitativa, todos sabemos que existen diferencias entre hombres y mujeres, sobre todo a nivel biológico. Todo comienza en el vientre de la madre: en la placenta, para ser exactos. Este órgano efímero contiene la clave que define nacimientos prematuros y mortalidad en recién nacidos.
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Un equipo de la University of Adelaide, en Australia, estuvo investigando las razones genéticas y anatómicas por las que los bebés varones suelen ser menos fuertes que las nenas; por qué cuando las embarazadas esperan un niño, se presentan más complicaciones.
Los resultados, publicados también en el diario Molecular Human Reproduction, demuestran que niñas y niños se desarrollan de maneras diferentes, y que la placenta es definitiva en el proceso.
Sam Buckberry, encargado del estudio, explica:
Descubrimos que, en el caso de las nenas, hay más genes involucrados en el desarrollo de un embarazo sano, el crecimiento de la placenta y las respuestas inmunitarias.
Como los bebés varones crecen más rápido que las niñas, dentro del útero, son más propensos a padecer problemas nutricionales durante la gestación. La doctora Claire Roberts menciona al respecto:
Los niños aumentan de peso y tamaño con más velocidad que las mujeres, esto también durante la infancia y la adolescencia. Es algo que ocurre tanto en los humanos como en el mundo animal y hasta ahora no sabíamos por qué. Sin embargo, desde hace tiempo tenemos claro que las mujeres están ganando la batalla por la supervivencia.
Gracias al estudio genético de la placenta, se puede explicar por qué las niñas son menos proclives al nacimiento prematuro o a la muerte súbita. De acuerdo con los investigadores, este hallazgo podría ser útil para desarrollar futuros tratamientos de prevención durante el embarazo.