Al parecer el mito ha quedado atrás, ya que si bien las personas pueden sentirse atraídas por otros con características y personalidades diferentes, un estudio de la Universidad de Colorado comprobó que a la hora de entablar una relación seria las personas escogerían a individuos con ADN similar a ellos.
Así es como las personas escogerían a sus parejas en base a características y rasgos similares, como la etnia, religión, estilo de vida, ingresos económicos, clase social e incluso tipo de cuerpo.
El estudio publicado en la revista Muy Interesante examinó la secuencia genética de 825 personas estadounidenses, dando por resultado que la semejanza de ambos ADN eran importantes, mientras que si comparaban el ADN de parejas que no tenían una relación sentimental, no existía conexión.
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Los investigadores se centraron en el estudio de los polimorfismos de un solo nucleótido, zona clave de diferenciación entre las personas, ideal para conocer las semejanzas y las diferencias de las parejas estudiadas.
Sin duda se tratan de los resultados preliminares, pero igualmente es un avance importante para la ciencia, dando pie así para futuras investigaciones que podrían relacionar al amor con la genética de las personas.