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Según la última edición de la Revista del INTA, Chile es el primer país del mundo de consumo de pan; el primero de América latina en el consumo de helados y el tercero, a nivel mundial, en el consumo de gaseosas per cápita. Una realidad que se complica aún más si consideramos que un 82,7% de la población es sedentaria (Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes de U. de Concepción), y cerca de 9 millones de personas son obesas (Encuesta Nacional de Salud 2009-2010).
«Nuestra dieta -con un alto contenido de grasa y azúcares- se basa principalmente en comida rápida, hipercalórica, de alta disponibilidad para el público, de precios más bajos que las comidas menos procesadas y cerca de los lugares de trabajo, lo que permite que cada día tenga más adeptos», precisa la Dra. Cecilia Albala, nutrióloga de Academia Chilena de Medicina.
AZÚCAR Y ROTULADO DE ALIMENTOS
El gobierno norteamericano, acogiendo la recomendación de la FDA, estableció que el nuevo rotulado de alimentos establezca que el consumo de azúcar agregada no puede ser más del 10% de las calorías totales de la dieta diaria de una persona. «Si una persona requiere 2.000 calorías diarias, el máximo de consumo de azúcar agregada son 50 gramos (4 cucharaditas). Actualmente la población chilena consume hasta 100 gramos diarios de azúcar agregada», comenta la especialista de la Academia Chilena de Medicina.
En nuestro país se aprobó una ley de etiquetado nutricional de los alimentos, normativa que exige a las empresas etiquetar los productos que contengan altos niveles de azúcares, sodio y grasas saturadas. A juicio de la Dra. Albala dicha normativa es un avance, «pero hay que corregir algunas cosas. Por ejemplo, falta avanzar en toda la comida que se expende preparada en los locales, hay que mejorar el tamaño de las letras de los etiquetados y explicitar mejor qué es una porción. Además que la industria mejore su oferta de alimentos más saludable».
¿POR QUÉ NOS GUSTA TANTO EL AZÚCAR?
«Hay zonas del cerebro que tienen que ver específicamente con el placer y que se activan cuando la persona consume azúcar, pero también cuando come grasas», explica la Dra. Albala. Se trata de centros mesolímbicos y regiones asociadas a las percepciones gustativas que se activan y liberan dopamina, las cuales producen sensación de agrado y recompensa además de aumentar el placer que producen las comidas.
PELIGROS ASOCIADOS AL CONSUMO DE AZÚCAR
El consumo de azúcar agregada produce un aumento muy rápido de la glicemia, provocando altas cantidades de insulina, lo que a la larga podría llevar a resistencia insulínica. También se asocia con el cáncer. Recientemente científicos de la Universidad College de Londres desarrollaron una nueva forma de detectar el cáncer mediante una prueba de azúcar, investigación que según la Dra. Albala «tiene plausibilidad biológica pero debe ser más probada. Esta prueba es inicial y esto se basa en que los tumores cancerosos tienen un metabolismo muy activo. Por lo tanto consumen mucha glucosa».