
El problema de muchas personas que intentan perder peso es que sólo se cuentan las calorías de los alimentos ingeridos, ignorando completamente las calorías de las bebidas ingeridas durante el día. El café de la mañana, la bebida del almuerzo, el juguito de la tarde, en fin.
Una de las razones por las que podemos «olvidar» las calorías que bebemos es que no nos llenan mucho. La mayor parte de los líquidos que bebemos no ocupan mucho espacio en el estómago.
Según la experta Susan Bowerman, se les llama «calorías vacías» a aquellas provenientes de alimentos que no son muy nutritivos, pero sí son energéticos.
Las bebidas azucaradas son sin duda gran parte del problema. Pero no son las únicas. Las bebidas de frutas, infusiones azucaradas, limonadas, contribuyen con cientos de calorías a la ingesta diaria de una persona promedio.
Si las calorías líquidas son un problema para ti, trata de optar por alternativas más saludables, como agua, agua mineral y té helado. Si te resulta difícil tomar agua de la llave y la encuentras desabrida, mézclala con un toque de jugo de fruta para darle sabor.
Las bebidas alcohólicas también suman grandes calorías vacías a la ingesta diaria. Si usted en ocasiones especiales opta por el vodka con jugo de naranja, reemplácelo mejor por vino, que cuenta con menos calorías.
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