¿Quieres orgasmos mejores y más intensos? O, en el peor de los casos, ¿quieres orgasmos y punto? Existe una escuela de orgasmos femeninos que imparte un curso en video, especializado en la materia, con duración de 6 semanas. Cuesta 179 dólares y la primera semana es gratis. Se imparte en inglés, pero puede seguirse desde cualquier lugar.
PUBLICIDAD
Esto de aprender a explotar la propia sexualidad con ayuda de “cursos académicos” no es nuevo. Existe una escuela del sexo y autoras como Nicole Deadone han abordado en libros y seminarios el asunto del orgasmo femenino. Se ha hablado de “meditación orgásmica” y de ejercicios masturbatorios basados en el budismo zen.
Sin embargo, las propuestas existentes hasta ahora parecían inaccesibles en cuanto a dinero, espacio y tiempo, por lo menos en Latinoamérica. Por eso me llamó la atención esta nueva escuela de orgasmos, llamada OrgasmicBliss, a cargo de una tal Layla Martin.
El curso consta de 6 módulos, uno cada semana. Hay una introducción “teórica” y demostraciones en video para llevar a cabo las prácticas. La idea es que una vea las cápsulas con las manos quietas y luego se vaya a intentar los ejercicios a un lugar cómodo, con ayuda de los archivos de audio que incluye el curso, en los que Layla Martin susurra lentamente lo que debemos hacer para descubrir nuestra energía sexual y nuestro potencial multiorgásmico.
También hay dos tareas por semana. La primera es obligatoria, y la segunda es para las más audaces, las que quieren explotar al máximo sus aptitudes. La instructora recomienda que seamos perseverantes, que no nos rindamos si nos sentimos cohibidas, que durmamos bien, que llevemos una dieta balanceada.
Del orgasmo tántrico al humor involuntario
La idea de una escuela de orgasmos persigue una finalidad noble y me queda claro que existen muchas mujeres con issues en ese terreno. Pero el curso tiene la pinta de un taller de tejido o de cerámica, mezclado con un seminario de superación personal.
Después de ver de principio a fin los videos correspondientes al primer módulo, llego a la conclusión de que funciono mejor por cuenta propia. Layla se ve simpática y bienintencionada, pero su discurso del tipo “despertar a la diosa interna” raya en lo cómico. No se enojen conmigo, es una apreciación personal.
PUBLICIDAD

Les diré cómo he obtenido los mejores orgasmos de mi vida: un hombre me seduce, me acaricia, pone su pene en mi boca, luego me penetra despiadadamente y me deja hecha pedazos. El hombre no tiene que estar frente a mí: la escena también funciona cuando estoy sola y me masturbo. Disculpen ustedes que sea tan básica.
Y claro que he tenido orgasmos de diferentes tenores, y que el esquema anterior no es universal ni obligatorio para mí; mucho menos tendría que funcionar para otras. Cada una tendrá sus fantasías. Simplemente pienso que los orgasmos son algo más mental que físico, y que los más efectivos llegan sin método.
Ahora bien, si se es monja o virgen a los 30 y una jamás se pasado la mano por el clítoris, tal vez el curso de Layla sea indispensable… Pero, una nunca sabe, seguramente la propuesta también encontrará una gran cantidad de adeptas experimentadas.
Eso sí, se menciona que gran parte del objetivo tiene que ver con dejar atrás anclas, viejos amantes y demás, lo cual me parece de lo más útil, porque una se queda como atada a los hombres que en la cama se portaron bien.