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¿Parto vaginal tras una cesárea? Te mostramos las posibilidades y alternativas

Se derriba el mito que no es posible que una mujer tenga un parto luego que ha sido sometida a una operación cesárea. Te explicamos por por qué.

 

 

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En el pasado, se creía que si una mujer tenía a su hijo por cesárea una vez, toda su descendencia irremediablemente debía nacer de la misma manera. Con los años, tal creencia ha pasado a formar parte de los mitos urbanos, ya que actualmente se recomienda que sea la mujer, una vez informada, quien elija si desea un parto vaginal o no. Por tanto, la mayoría de las veces un parto vaginal después de una cesárea es posible, siendo seguro tanto para la madre como para el bebé. Además, la satisfacción emocional que produce el parto es uno de los motivos por los que muchas madres se alegran de haberlo intentado, incluso aunque por alguna razón finalice en una nueva cesárea.

Chile es uno de los países donde más cesáreas se practican después de Brasil con un 40%, cifra muy superior a los índices normales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda no superar el 15%.

 

Mitos
De acuerdo a lo comentado por la Dra. Bernardita Donoso, médico gineco-obstetra de Red Salud UC, existen muchos mitos en torno a la cesárea.

 

  1. No realizar más de tres cesáreas: «Es absolutamente falso. Se pensaba que con una cicatriz en el útero el riesgo de rotura uterina de esa misma cicatriz era muy alto. Después de varios estudios multicéntricos se vio que el riesgo de tener un parto después de una cesárea de rotura uterina -cumpliendo ciertos requisitos- es aproximadamente de 0,8%. Incluso durante un tiempo en Estados Unidos le dieron parto con dos cesáreas pero ahí el riesgo es de alrededor de 5%. A nuestras pacientes le damos con una sola cesárea anterior la opción de parto vaginal, siempre y cuando esa mamá esté dispuesta a asumir el riesgo».
  2. Sólo esperar hasta las 39 semanas de embarazo: «Es falso. Nuestra norma en la UC es esperar hasta las 40 semanas».
  3. Si se hace cesárea una vez, siempre hay que hacerla: Falso. Se puede hacer parto vaginal.
  4. Pelvis estrecha sólo permite cesárea: Falso. «Muchas pacientes quedan con la sensación de que si la primera vez no les resultó un parto es porque su pelvis no se los permitió o que su útero tiene problemas, cuando la mayoría de las veces, salvo excepciones, es perfectamente posible un parto después de una cesárea».
  5. Si se rompe la bolsa de agua hay que realizar cesárea: Ello va a depender de la dilatación del cuello uterino con que llegue la madre. «No porque rompió bolsa tiene que terminar en una cesárea».

 

Recomendación médica
Respecto de cuál es la recomendación médica para aquellas mujeres que deseen optar por un parto vía vaginal, la Dra. Donoso comenta que ello dependerá de cuántos hijos desea tener cada paciente. «Si me dicen «esta será mi segunda guagua y la última», a lo mejor se justifica tener otra cesárea, pero si es una mamá que quiere tener varios niños obviamente que teniendo un parto disminuye los riesgos para embarazos posteriores».

Aproximadamente el 50% de las mujeres que han tenido cesárea previa prefieren y optan por la misma alternativa, en cambio el resto desea parto vía vaginal. El mayor riesgo que puede tener una paciente a la que se induce un parto vaginal después de una cesárea es la rotura uterina.

Las condiciones que se tienen que dar para que la mujer tenga a su hijo vía vaginal son: que la guagua venga en cefálica (de cabeza), que su peso máximo oscile entre 3 kilos 800 gramos a 4 kilos, y la más importante, entrar en trabajo de parto por sí sola, no se puede inducir. «Para ello la madre tiene que estar dispuesta a esperar y saber que puede tener un periodo de contracciones irregulares, ya que hay mujeres que no lo toleran», advierte la gineco-obstetra.

Beneficios parto vaginal vs cesárea

  1. En parto vaginal la recuperación es más rápida, con menos dolor
  2. Disminuyen riesgos en embarazos posteriores
  3. Con parto vaginal se enriquece apego con el hijo recién nacido, por el contacto inmediato piel a piel. «Las mujeres que han tenido parto después de una cesárea están contentas, no sólo por la recuperación sino porque sienten que la experiencia de parto y de ser madres las primeras semanas es distinta».
  4. Todos los estudios científicos que han comparado los resultados obstétricos del intento de parto con cesárea previa frente a programar una cesárea concluyen que los riesgos asociados a la cesárea son muy graves (mayor mortalidad materna, mayor morbilidad neonatal, mayores complicaciones en la salud reproductiva futura de la mujer).
  5. Intentar el parto vaginal conlleva una serie de beneficios para la madre y el bebé que compensan el riesgo de una eventual rotura de útero.
  6. Las mujeres con cesárea tienen más probabilidades de tener depresión post parto
  7. La experiencia de la cesárea es muy violenta, no así el parto.

 

Recomendaciones

  1. La mujer debe empodérarse de su parto: averigüe, consulte, que le expliquen por qué fue su primera cesárea, infórmese de los riesgos y las ventajas de cada opción.
  2. Decidir libremente: una vez informada, la mujer decide lo que quiere, como también es decisión propia y de su pareja si está dispuesta a correr los riesgos que puedan presentarse.
  3. Conocer al médico: Al comienzo del embarazo, es importante conocer al médico, cuántos partos atiende diariamente, cuántas cesáreas, si atiende partos después de cesáreas porque no todos los profesionales lo hacen. «A veces algunas pacientes comentan que el doctor la operó de más, pero ¿se enteró quién era el profesional? Ello también es responsabilidad de cada paciente».
  4. La mujer es la protagonista de su parto: los especialistas están para acompañarla y ayudarla.

 

Cuando se justifica una cesárea

  1. Cuando existe una enfermedad que pueda poner en riesgo a la mamá, por ejemplo, una hemorragia por una placenta desprendida o por una placenta anterior.
  2. Cuando hay una enfermedad grave, como la hipertensión, por ejemplo la preeclampsia, que puede ocasionar muchas complicaciones para la mamá y para el niño.
  3. Ruptura de membranas antes de lo previsto.
  4. Cuando la guagua es muy grande y hay una incompatibilidad para el paso del bebé por el canal del parto.
  5. Embarazos múltiples por el riesgo muy alto que tienen el segundo o el tercer bebé al nacer por parto natural.
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