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Dominique Gallego se confiesa: “Siempre quise ser famosa”

Sofisticada, resuelta y con opinión; así vemos a esta “chica reality” que se supo ganar un espacio en la televisión a punta de naturalidad. Está, sin duda, en su mejor momento.

Por Carolina Palma F. Agradecimientos a Hotel Director. Fotografías: Gonzalo Muñoz. Producción de moda: Susana Marín. Maquillaje y peinados: Paula Bruzzone para M.A.C.

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¿A quién no le pareció adorable Dominique Gallego (24) en «Mundos Opuestos»? A pocos, supongo. Es que hasta a las mujeres nos cae bien, y eso es mucho decir. No llega sola a la sesión fotográfica; viene con su termo y su sagrado mate que toma todo el día, simplemente porque la entretiene. ¿Un legado del «argentino irresistible»? Al parecer no, porque argumenta que le gusta desde siempre, y aprovecha de aclarar que no ha visto a «Joche» desde la Teletón pasada. «Como siempre se dice, en los realities las emociones crecen mucho más, uno se siente más sola, y eso era, más que nada. Sí me gustaba, pero tenía claro que saliendo del programa chao no más».

Es que al parecer pasó esa etapa de amores exprés, y ahora se muestra más profesional; vemos sus habilidades en «Alfombra Roja», de Canal 13, perfilándose como una mujer opinante, sofisticada, que muchos halagan por su belleza. Tanto, que la vimos de reina del Festival de Viña 2013.

Este año pretende retomar las clases del canal, que incluyen talleres de voz, teatro, movimiento corporal y hasta sicólogos, herramientas que pretende aprovechar al máximo: «También aprendo mirando al resto. Las horas de vuelo en televisión son súper importantes, analizar cómo se dicen las cosas y pensar antes de hablar».

Si volvemos cinco años atrás, ¿te imaginabas que ibas a estar en esta posición, como opinóloga de un programa importante, reina del Festival de Viña y querida por el público, además?

¿Cuánto tenía? Dieciocho parece. Ahí todavía no quedaba embarazada, así que sí me lo imaginaba. Tenía otro perfil, una niña rebelde, desenfadada, porque había salido recién de «Pelotón», pero siempre me imaginé lo que estoy viviendo ahora.

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Pero eras súper criticada, y con cero futuro, al parecer…

Antes estaba todo en contra, quizás, pero soñar no cuesta nada. Siempre quise ser famosa. Tanto, que desde los 13 años me escapaba de mi casa para trabajar de extra en comerciales o teleseries, porque quería ser famosa…

¿Por qué tanto afán por ser famosa?

Me gustaba la tele, veía programas juveniles y quería estar ahí. No bailaba ni cantaba, no tenía claro cuál era mi plus. A los 18 años no sabes qué quieres en la vida; en el fondo ahora estoy cumpliendo el sueño de trabajar de forma estable en televisión, pero antes no tenía claro cuál era el camino.

Antes te criticaban por vulgar y por «gorda», y ahora todos dicen «qué regia la Domi, qué flaca». ¿Este cambio fue trabajado, pensado?

Mi cambio no fue ni trabajado ni pensado, creo que crecí no más. Empecé cuando tenía 16 años en «Pelotón», y a esa edad uno no sabe para dónde va la micro, ni cómo actuar o comportarse, entonces el cambio fue cuando tuve mi guagua. Luego me alejé de la televisión dos años; ahí cambié, me puse más tímida, más acomplejada, me cuidé mucho más, no me divertía carretear. Igual que ahora, que prefiero descansar, estar con mi hijo y nada más. Mi cambio fue de adentro hacia afuera. Sigo siendo la misma mujer de antes, sólo que ahora estoy más grande, tengo más responsabilidades, tengo claro de qué forma conseguir las cosas, entonces prefiero el camino largo, pero seguro. No tengo ansiedad por salir en la tele, ni por destacar en todo, prefiero ir más tranquila.

Entre tanto panelista, ¿de verdad no te sientes nerviosa al opinar en «Alfombra Roja»?

No, nada, porque llegué a un equipo súper acogedor, desde mi jefe hasta mis compañeros. Tengo un tremendo apoyo de los ejecutivos y los panelistas también. Me aguantan y me aconsejan harto, y a veces me dan responsabilidades que no sé si podré cumplir, pero finalmente termina saliendo todo bien. Tampoco quiero destacar en algo en lo que no tengo experiencia. Tengo claro que si desconozco un tema, me resto y no digo cualquier tontera sólo por decirla. Bueno, está claro que mi perfil no es el mismo que el del resto…

¿Y cuál sería tu perfil?

Ellos son serios, casi todos periodistas con experiencia, y yo… Nada po’ (ríe). Ahora estoy en etapa de aprendizaje, quizás tengo cosas, como que la gente me quiere y tengo carisma, pero sé que de eso no se puede vivir. En el equipo me dieron mi espacio, aunque igual creo que me lo gané… El hecho de copiar al resto, de recoger lo bueno que hacen los demás, he ido aprendiendo.

¿Pensabas que la televisión era así, como la ves?

¿Sabes qué? Pensé que era mucho más pauteado, pero es todo bastante espontáneo. Creí que existía una gran línea editorial en Canal 13 que te restringía los temas de conversación, pero en realidad no.

¿Te sientes apoyada por alguien específico?

Por mi jefe, Bibiano (Castelló), quien apostó por mí. «Alfombra Roja» no era un programa donde llevaban a cualquiera. Incorporarme de forma estable fue una gran apuesta y un riesgo para él, porque no sabía lo que diría. Él me critica y me aplaude cuando tiene que hacerlo.

¿Crees que cambiaste la opinión de tus compañeros? Quizás pensaban que venías por un rato…

Sí, totalmente. Cuando llegué a «Alfombra Roja» era el personaje del momento, después fue decantando. En el fondo, me he ganado el espacio que tengo, me he ganado el puesto. Al principio me pescaban porque me llevo bien con las personas, pero en pantalla era como que estaba ahí no más. Ahora es distinto, porque se debaten mis puntos de vista, se recoge lo que digo, siento que ahora me toman más en serio. No los culpo por pensar que iba sólo a sonreír, si llegué como chica reality, y no podría pedir más.

¿Te encerrarías otra vez en un reality?

¡No! ¡Me da lata! Estoy súper agradecida de los realities, te juro que «40 y 20» lo hubiese hecho hasta gratis. Es que fue una vuelta a la televisión muy cuidada, protegida, había un tremendo equipo de personas tras de mí, como productores, chaperonas, sicólogo, peluquera, vestuaristas, personas que me despertaban, me acostaban, se preocupaban de todo…

O sea, una verdadera princesa…

¡Sí! Me cuidaron tanto. Imagínate que si tenía ganas de conversar con alguien, iba alguien a conversar conmigo (ríe). Fue súper entretenido, lo pasé súper bien y me sentí importante.

¿Y en «Mundo Opuestos» todo cambió?

Eso fue la vitrina para mostrarme tal como soy. Me ayudó con el cariño de la gente, que es fundamental en televisión. En el fondo, uno trabaja para el espectador.

Orgullosa, entonces.

No siento ninguna vergüenza por ser chica de reality. Ahora cada vez están como más avanzados, porque se meten personajes más grandes.

En «Mundos Opuestos 2» se ve mucha fiesta con alcohol de por medio, más libertad entre las parejas… Ya no se cuestionan nada. ¿Qué te parece?

Lo veo de vez en cuando. Me entretiene, pero siento que las peleas y el amor no son tan reales… Pienso que muchos ahí tienen hambre de tele, entonces creen que deben jugárselo todo a la primera, meterse con alguien, crear una historia. Cuando en realidad la gente premia la naturalidad, la diversión, la espontaneidad. Ahí hay gente que juega un rol que no le pertenece, finalmente.

«LA GENTE CONFUNDE LA DELGADEZ CON LA ELEGANCIA»

Todos dicen que estás súper flaca, y lo estás.

¿Flaca? No me encuentro. Bueno, nunca me encuentro flaca (ríe). Siempre quiero bajar más de peso. En este momento me siento conforme con mi cuerpo. Bueno, no ciento por ciento contenta, pero conforme, porque a uno siempre le gustaría estar mejor. No estoy haciendo nada especial, es que en «Mundos Opuesto» estaba como hinchada, como que todas las mujeres engordan, es algo hormonal. Antes de entrar a «40 y 20» estaba como ahora, pero se me notan mucho los cambios de peso…

¿Qué comes?

Siempre he comido sano, y después de tener a mi guagua comencé a comer la misma comida que él, y como lo alimento sano, como sano. No me gustan las frituras y en la semana me cuido «n».

¿Y cuánto mides?

Un metro 70, y no peso poco, peso 57 kilos.

Bueno, pero, ¿qué comes?

En la mañana tomo leche cultivada con cereal, a media mañana, mate; desde antes tomaba, pero menos. Ahora me tomo un termo o dos al día, que equivale a dos litros, me entretiene el mate. Es diurético y antioxidante, entonces tomo eso y me como una fruta. Al almuerzo como ensalada o sopita, no mucha proteína, debería comer más eso, pero soy mala para las carnes. Después… Pucha, casi nada… (piensa unos segundos). Bueno, una barra de cereal, entro al programa y no como hasta la noche, cuando me tomo una sopa.

¡Igual súper poco! Menos de mil calorías…

Pero eso es lo que uno debe comer po’. Igual tomo bebida light. Como casi nada, la verdad. El fin de semana me gusta comer un pancito de molde en la sanguchera, con queso y jamón, sagradamente.

Que es el único pan que te comes a la semana…

Sí, no como pan. La gente cree que tiene que comer mucho, y generalmente todos comen más de lo que necesitan. El cuerpo al final se acostumbra. Igual el fin de semana no me cuido, pero me gusta comer sano. Lo más «gordo» que me gusta son las pastas o el pastel de choclo.

¿Alguna vez tuviste anorexia o bulimia?

No, nada. Pero en un momento perdí mucho peso producto de tener a mi hijo, quedé un poco anémica. La gente pensaba que tenía una enfermedad por lo flaca que estaba, pero no he tenido ninguna de esas enfermedades. Aunque siempre he estado consciente que engordo con agua no más.

¿Existe una presión en la tele por ser súper flaca?

Sí, mucho. Es que aparte la televisión engorda como siete kilos, entonces todos se ven más gordos. Para hombres y mujeres está la presión de ser flaca. Es como un estándar de moda, de belleza, de elegancia. La gente confunde la delgadez con la elegancia, y no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero así es no más.

¿Te consideras una mujer segura?

No, soy súper insegura.

¿Por qué?

No sé. Desde que volví a la televisión volví presionada para ser más de lo que fui antes, entonces siempre ando cuidándome mucho, manteniendo la compostura, y quizás eso me quitó seguridad. Siempre me encuentro no tan bonita, siempre creo que hablo tonteras.

Tienes problemas de autoestima…

Sí, puede ser. Quizás me siento segura en el trabajo, pero en la vida, no. En el trabajo sé cuando lo hago bien y cuando lo hago mal. Si digo una mala palabra, me estreso. No sé, me puse tonta no más.

¡Tienes que trabajarlo!

Igual prefiero ser más crítica que tan segura, y no creerme tanto el cuento. También sé lo que tengo y valgo, pero siempre me quiero perfeccionar, me exijo mucho igual.

«NO ESTOY MUY TOLERANTE EN MI VIDA PERSONAL»

Estás viviendo sola hace un par de meses. ¿Qué tal?

Me encanta vivir sola con mi hijo, aunque estamos a tres cuadras de mis papás por cualquier cosa. Martín tiene tres años y medio, entonces me ayudan con el niño. Ahora me gusta estar tranquila, solo estar con Martín, como y duermo. Llego re-tarde.

¿Y a él le gusta que seas conocida?

No le gusta que se tomen fotos conmigo en la calle, le carga, le carga, porque cuando recién salí iba al mall y todos se acercaban y decía que me dejaran tranquila…

¿Te consideras una buena mamá?

Sí, fíjate. Obviamente me gustaría pasar más tiempo con él, pero no puedo. El fin de semana estoy con él, aunque a veces tengo que trabajar también. Me ve como una súper mamá porque vivimos los dos solos, además.

Ahora volviste con tu ex, ¿cómo va eso? ¿Todavía está reconquistándote?

Estoy tranquila, y en el fondo estoy pasando por un buen momento en el trabajo y corazón. Me siento estable…

¿Estás enamorada?

Estoy feliz…

No estás enamorada, entonces…

(Ríe) Sí, es que no quiero hablar de eso porque en la prensa recogen todo. Imagínate que salí en una portada con eso…

¿Y querías mantenerlo «piola»?

No me ando escondiendo, pero tampoco saldré en una revista por él, prefiero mantenerme bajo perfil con respecto a mi relación, porque si hablo mucho, ya sé que todos se sienten con derecho a opinar, así que prefiero que no se sepa tanto.

Se habló de episodios de violencia en su relación. ¿Qué tan importante es este concepto de familia como para otra oportunidad?

Es que prefiero no hablar de eso. No quiero, es que he tenido tantos problemas por hablar de mi relación. Digo cualquier cosa, la recogen en medios y arman notas y todo.

¿Pero hasta qué punto perdonarás ahora?

En este momento no estoy para estresarme con nada, la verdad. En este punto de mi vida no me siento capaz de perdonar mucho, no estoy muy tolerante en mi vida personal. Como trabajo tanto, prefiero no hacerme problemas. Ante que entregar tanto, prefiero que me den cariño. Me puse mañosa.

O más bien, estás más posesionada…

Es que ahora no tengo ganas de perder el tiempo. Si vamos a andar con niñerías, mejor no. Lo único que quiero es estar tranquila, no tan expuesta. No tengo ganas de hacer escándalos en materia personal, y creo que uno abre y cierra la puerta cuando quiere. He mostrado tanto en los realities, que ahora prefiero callar sobre mi vida personal.

Aunque la prensa de farándula se entera de todo…

Sí, están pendientes, pero no me estreso. Si quieren hablar, que hablen, me da lo mismo. Lo único que me molesta es que mientan. A diferencia de antes, ahora no respondo. Me dicen una pesadez, me da lo mismo, no respondo. A veces me deprimo, llego a mi casa y se me olvida. No tengo ganas de pelear con nadie, de decirle pesadeces a nadie. Le deseo el bien a todos (ríe).

¿Estás consciente de que eres muy joven, y que puedes estar con otros hombres, casarte con otro incluso?

¿Casarme? Me gustaría casarme, pero no ahora. Siempre me siento más vieja de lo que soy; me gustaría tener un hijo ahora, pero no puedo. Me gusta ser mamá, pero también sé que el embarazo me frenaría para el trabajo.

En la práctica te quedan como 15 años para ser mamá, ¡tranqui!

Es que me gustaría que mi hijo tuviera un hermanito no tan grande. Me gustaría tener otro niñito, no niñita. En cinco años más, profesionalmente me veo mejor. ¿Animando? No sé, porque tengo que aprender mucho para tomar algo más serio. Ahora tomo las cosas como vienen, estoy en un momento de aprendizaje.

¿Cuál es tu rumbo?

Te juro que no sé. Con el tiempo me daré cuenta, creo. Lo único que tengo claro es que este año estaré en «Alfombra Roja»; más allá de eso, no sé. Me falta mucho por aprender, me siento capaz de mucho más de lo que estoy haciendo ahora.

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