Volver al trabajo tras vivir semanas de descanso y relajo es inevitable. Aunque quisiéramos que las vacaciones fueran eternas, deben terminar para volver a la rutina laboral. Algunos toman esta transición como algo natural, no obstante, para otros es una situación difícil de afrontar.
PUBLICIDAD
Irritabilidad, malestar, ansiedad o dificultades para dormir son algunos de los síntomas que se presentan en las personas que tienen conflicto con el regreso a la vida laboral, dentro de un fenómeno que se conoce como ‘Estrés Post Vacacional’.
“Dado que la situación estresante se relaciona con el cambio anímico que implica asumir el abandono del descanso de las vacaciones y regresar al ritmo habitual del trabajo, esto acarrea dejar cierta relación consigo mismo y con los demás mucho más cómoda que la que se tiene durante el año laboral”, asegura Edmundo Campusano, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad Mayor.
El fenómeno del abatimiento o estrés por el fin de las vacaciones y el regreso al trabajo es bastante común, no obstante, afirma Campusano, sólo en ciertas ocasiones deriva en cuadros de mayor gravedad que implican consulta clínica.
“Para la mayoría de las personas es un fenómeno ya conocido en sus vidas, por lo que cuentan con recursos para enfrentarlo. Las consultas derivadas de este estrés estacional tienden a relacionarse con sintomatología previa, ansiosa o depresiva, o con una calidad de vida afectada más allá de lo habitual, como un descontento crónico con el trabajo o el tipo de vida acostumbrado o problemas económicos, entre otros”, enfatiza el psicólogo.
Campusano ofrece algunos consejos para que la vuelta al trabajo se realice de la mejor manera:
1. La comunicación, diálogo cuidadoso y sinceridad para sortear el estrés. La familia es el principal dominio de protección que tenemos para enfrentar los altísimos desafíos y costos de la sociedad actual.
PUBLICIDAD
2. Programar el regreso a casa con anticipación, no dejar para última hora detalles que pueden ser importantes y estresantes si no se manejan con cuidado.
3. Tomarse unos días en casa para transitar de un escenario a otro y no llegar y al otro día y salir a trabajar. Es conveniente asimilar el cambio llegando un par de días antes.
4. En el trabajo es aconsejable dejar unas horas para compartir experiencias de las vacaciones en lugar de comenzar a full con las áreas correspondientes. Esto, dado que los equipos necesitan calibrarse o, usando una terminología automotriz, ‘ponerse a punto’.
5. Es aconsejable que quienes tengan el mando puedan promover espacios para conversar respecto de las expectativas y desafíos para el año que se inicia, destacando siempre los recursos con los que se cuentan como equipo para el cumplimiento de las metas propuestas.