Es una lástima que el día no pueda tener 36 horas, en especial si vives en una gran ciudad. Los tiempos para transportarse son terribles y los horarios de trabajo pueden consumir todo tu día. La vida en las grandes ciudades se vuelve desordenada, estresante, pero sobre todo, algo que se pasa volando.
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¡No dejarte sumir en ese remolino lleno de ires y venires depende de ti!
Levántate media hora más temprano
En una gran ciudad, salir incluso tres minutos antes, hace la diferencia entre llegar a tiempo, o tarde y de una manera poco elegante. En las mañanas todo es complicado, en especial porque cuando acabas de despertar haces todo un poco más lento.
Media hora más temprano no es el fin del mundo, ni tampoco te quita mucho descanso.
Prepara todo la noche anterior
Ya sabes que las mañanas son complicadas, si dejas todo listo desde antes, tendrás menos problemas para alistarte para tus días llenos de actividad. ¡No te olvides de desayunar!
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Aparta tiempo para ti
Puede que tu agenda esté siempre llena, pero para mantener cordura, dedícate un tiempo. Date un baño relajante o hazle un tratamiento a tu cabello una vez por semana, o agenda una cita para un mani-pedi.
No importa qué tan ocupada estés, siempre aparta un tiempo para tí misma, ayuda a mantener los niveles de estrés manejables.
No te olvides del ejercicio
Todo es un círculo vicioso: dices que estás demasiado agotada para hacer ejercicio. Pero en realidad, el agotamiento viene de no hacerlo. Te ayuda a energizarte y relajarte.
Si no tienes tiempo de ir a un gimnasio o a tomar una clase, realiza videos de ejercicios desde tu casa.
Si te decides a usar la caminadora o a salir a caminar al parque, puedes aprovechar este a tiempo para realizar las llamadas que quedaron pendientes durante el día. Economizas tiempo y esfuerzo.
¡Sal preparada!
Es lógico, ante tanto estrés, aunque alguien te invite a salir después del trabajo o la escuela, estás demasiado cansada para ir a casa, cambiarte y salir. ¡Y no hablemos del tiempo que eso te tomaría!
En vez de desaprovechar la oportunidad de salir a divertirte y despejarte, sal preparada. Por ejemplo, siempre lleva lo básico de maquillaje en la bolsa para dar un ligero retoque: mascara, rimel, base y polvo es todo lo que necesitas para quitarte la cara de cansancio.
También, piensa la manera en que puedes transformar tu outfit del día a la noche fácilmente. Además del saco formal, llévate una chamarra de cuero y algún accesorio que la haga lucir, como un collar o unos aretes grandes.
Considera también en llevarte más estampados que puedas transformar, por ejemplo una mascada o una blusa con una textura que fluya como el shifón o la seda. Con estos elementos juntos, puedes transformar por completo tu outfit del día a la noche.
¡Ya no te preocupes por sobrevivir a la gran ciudad! ¡Disfrútala!