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“Mi hija no tendrá piernas, pero será igual que todas las demás”

Rocío tiene 19 años, estudia fotografía en un instituto santiaguino y está viviendo un embarazo complicado.

Rocío tiene 19 años, estudia fotografía en un instituto santiaguino y está embarazada.

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Hace unos tres meses empezó a tener los famosos síntomas que protagonizan alguno de los capítulos de las teleseries: mareos, vómitos y sueño. Lo que era una simple sospecha, pronto se convirtió en una realidad: Rocío estaba embarazada de su pseudo novio.

A los pocos días de saber la noticia, su abuela, con quien vivía en ese tiempo, empezó a darle dolores de cabeza. Las frases típicas de las abuelas del siglo pasado “que el papá, que la plata, que trabaja, que blablabla”… empezaron a perturbarla hasta que emigró donde su madre, quien la recibió de buena manera.

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Cuando llegó el día de esa ecografía esperada, donde por primera vez podrían ver un poco más grande a su bebé, recibieron, ella y él, una penosa noticia.

Luego que la matrona les indicó que el corazón, el cerebro, en fin, los órganos vitales, estaban en perfecto orden, un gran silencio rompió la felicidad. De pronto, y sin tapujos, la mujer les dice que a su hijo no le veía las piernas.

“La matrona fue súper dura y cruel con nosotros. Nos dijo derrepente que nuestro hijo no tenía desarrollada las piernas como si nada. Luego de eso, ni siquiera tuve ganas de preguntarle si era hombre o mujer”, contó Rocío.

La segunda ecografía dejó atrás la posibilidad de que la guagua tuviera las piernas recogidas. El bebé no tenía piernas, ya estaba confirmado eso, y su sexo: sería una niñita.

Ya seguros de lo que enfrentarían, otro golpe inundó a esta joven pareja. El ecografista afirmó que había otro problema con el hijo que esperaban. El brazo derecho tampoco estaba completamente desarrollado, en las imágenes sólo se pudo ver el antebrazo del bebé.

El mundo de ambos se quedó detenido por algunos minutos. Salieron del hospital y juntos lloraron unos cuantos minutos.

“Al principio miraba con melancolía para los lados a todas las guaguas normales y me apenaba, porque una de las cosas que me afecta es la discriminación de la gente, no quiero que la anden mirando como alguien diferente. Mi hija no tendrá piernas, pero será igual que todas las demás”, aseguró Rocío.

Los doctores le dicen que puede ser algo genético, mala suerte, una cadena de ADN que se rompió… hay muchas posibilidades que se barajan, por esto es que estará monitoreada todo el tiempo que dure su embarazo.

Rocío es una mujer fuerte, con carácter. Siempre ha defendido a los que ama y sabe que, mientras su bebé esté a su lado, nadie lo va a dañar.

¿Cómo enfrentas tu embarazo?

Todos dicen que ando tranquila. Algunas embarazadas porque les pica una abeja andan aterrorizadas, como si se les fuera a acabar el mundo. Todos dicen que si ellos tuvieran mi problema andarían llorando por ahí.

Yo ya no lloro. Yo enfrento las cosas, ya no saco nada con llorar.

¿Sientes que la podrían discriminar?

Sí, pero tengo harta gente al lado mío. Nadie va a hablar de ella, porque será igual que todas. Podrá hacer las mismas actividades porque se lo enseñaré.

¿Qué crees que dirá de ti cuando crezca?

Ella se va a ir dando cuenta a medida que crezca… no voy a hacer algo para que ella diga cosas buenas de mí, no lo hago por interés… es mi hija y lo voy a hacer.

¿Te sientes apoyada?

Todos están vueltos locos. Todos quieren ser padrinos o tíos de la guagua. Apoyo de gente no me falta.

¿Pensaste en abortar?

No. Siempre me dijeron que la guagua iba a ser normal. Mucha gente nace con piernas, las atropellan y tienen que aprender todo de nuevo. Ella lo va a aprender desde pequeña, a caminar, a vivir sin sus piernas. Para ella no va a ser difícil, le vamos a enseñar todo.
A medida que crezca se acostumbrará, se va a valer por sí sola, no lo veo tan complicado. Dicen que lo físico se compra, los otros problemas no. Cualquiera puede hacer todo.

La guagua no es inválida, se va a poder parar. Tiene bien la columna, por eso podrá usar piernas ortopédicas.

¿Tienes miedo a tener otro hijo?

No. Pero la genetista debe determinar por qué pasó esto. Puede ser mala suerte o puede que más adelante pase lo mismo. Todas esas cosas van a verse después.

¿Ya le escogiste un nombre?

Siempre me gustaron los nombres con significado, que le aporte una característica. Siempre he creído que los nombres van acorde a la personalidad de la gente.

Le vamos a poner Valentina, porque va a ser una persona fuerte. Va a ser normal. No va a tener piernas, pero va a ser fuerte. Ya todos tienen la mentalidad que será así, que hay que llevarla a la Teletón para que reciba apoyo. Ella será feliz. B

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