La anorexia es una enfermedad que aqueja entre el 0.5 y el 3% de la población mundial de adolescentes y es la tercera enfermedad crónica más común entre los jóvenes, según informa el sitio aperderpeso.com. Sin duda la anorexia es un problema del cual debemos preocuparnos y más aún si hoy ésta se está incluso convirtiendo en una moda.
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Existe una nueva tendencia en internet llamada Thinspiration, ya les he hablado de ella en otras oportunidades, pero es tiempo que la tomemos con la importancia que requiere ya que es una moda de doble filo que esconde tras una corriente estética y que busca ser artística un trasfondo mucho más grave que mantiene protegida una enfermedad compleja la cual afecta a mujeres en todo el mundo, especialmente en países desarrollados donde los estereotipos de belleza y perfección física son muy fuertes y donde la exigencia por conseguir el cuerpo perfecto está presente en todas partes, especialmente en la publicidad y la moda.
Thinspiration significa inspiración anoréxica, nació y proliferó gracias a internet. Lo interesante es que las jóvenes que siguen esta tendencia se esmeran en presentar la anorexia de una manera atractiva, mediante fotografías, videos e incluso poesía. Los blogs dedicados a la cruzada por justificar este desorden alimenticio abundan en la red. Son miles los sitios webs donde podemos encontrar imágenes de chicas con ropa a la vanguardia, accesorios de moda, peinados arriesgados y, claro, piernas que parecen dos hilos colgando de sus caderas. Las jóvenes que están en esta corriente siempre se muestran muy bien vestidas, súper atractivas y con looks interesantes de esta manera esconden sus problemas de personalidad y alimentación.

Es tanto lo que está creciendo la tendencia thinspo que incluso redes sociales tan importantes como Pinteres, Tumblr e Instagram han banneado -prohibido- que se suban este tipo de imágenes hasta el punto de eliminar las cuentas de quienes lo hacen.
Hace unas semanas la modelo y conductora de TV norteamericana Alexa Chung subió una foto junto a su madre a Instagram y fue acusada de aportar con material thinspo a la red debido a que su aspecto era muy delgado. Alexa, bajó la imagen y publicó un mensaje negando que ella quisiera influir negativamente entre las adolescentes. Sin embargo, hay modelos mucho más delgadas que Chung como la polaca Agnes Buzala quien es una de las inspiradoras de las chicas con anorexia.
La Thinspiration es una tendencia que se hace cada vez más popular entre las adolescentes y debemos poner atención en lo que se leen entre líneas ya que podría darnos una señal importante que algo está pasando a las adolescentes, especialmente si tienes alguna en tu familia.
El problema es que muchas de las cuentas que crean estas jóvenes son con pseudónimos entonces no es tan fácil descubrir quiénes son las verdaderas autoras de los blogs o redes sociales. Pero basta con poner un poco más de atención o conversar con las jóvenes para saber quiénes son sus referentes.
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Respecto de la anorexia sabemos las complicaciones que trae a la sociedad moderna y es que hay cifras alarmantes. En EEUU una de cada diez chicas sufre de esta enfermedad y gracias al thinspo han podido inspirar e incentivar a otras niñas a perder peso excesivo. Muchas comienzan por un tema de estilo y moda, pero con el tiempo las exigencias son mayores y los problemas alimenticios inminentes.

Conversé sobre este tema con Marcelo Bustos, psicólogo del Centro de Atención Psicológica (CAPs) de la Universidad de Chile, quien nos explicó algunos detalles sobre el porqué de las thinspo en internet.
¿Por qué una enfermedad que históricamente se vivía en privado se expone de manera pública y a través de internet?
La popularidad de los cuadros anoréxicos tiene relación directa con la popularidad de la moda. De hecho los primeros tratamientos relativamente aparentemente exitosos de pacientes anoréxicas se realizaron en Milán, la capital de la moda y a partir de que el cuadro tenía una etiología en ciertos juegos comunicacionales de las familias. La problemática estaría asociada a no conseguir “ser vista” por la familia y tomar ciertas “decisiones” purgatorias o asociadas a la alimentación, pero la llegada de internet permite realizar una especie de protesta o llamado a ser vistas por otros, en virtud de no sentirse “vistas” por quien se desea.
¿Serán todas estas jóvenes anoréxicas o simplemente estarán siguiendo la moda?
A partir de convertirse en un movimiento social y de la posibilidad de articulación que internet genera en términos comunicacionales, el fenómeno adquiere ribetes que no pueden dicotomizarse en moda o cuadro asociado a la salud mental individual, sino que adquiere un status distinto: ahora puede convertirse en una comunidad con todo lo que esto comporta, reglas, historia, una mitología y lo más relevante en términos individuales, una posibilidad de identificación asociada a una otredad que la ratifica.
¿Cómo podemos reconocer a una joven con estos desórdenes alimenticios y cómo ayudarlas?
El riesgo está precisamente en que la transformación en un movimiento social les entrega a las personas ciertas posibilidades de pertenencia que pueden ser muy atractivas y por tanto intentar mantenerse en el anonimato (además sumémosle el valor místico que toda actividad secreta comporta). Sin embargo, las señales son bastante evidentes y el grupo de pares o familiar naturalmente debiera advertirlas: baja de peso, poca motivación a comer, pasar tiempos a solas o encerrada, usar el baño con frecuencia. Lo interesante y riesgoso como fenómeno grupal es también la aparente imposibilidad de abordarlo de una forma emocionalmente coherente, podríamos decir, con la solemnidad que merece. La reflexión a la que se debiera llegar parece ser que incomoda porque podría llegar a comprometernos humanamente de manera muy profunda con la persona en que distinguimos esta posibilidad. Ante esta situación, muchas veces aparece como mejor salida la confianza ciega en dispositivos socialmente especializados que publicita la salud, ya sea física o mental. La búsqueda de un espacio seguro y lo suficientemente contenedor aparece como una opción, pero habría que cuidar de no ofrecer soluciones amenazantes o que orquesten u hostiguen a la persona a la que distinguimos en problemas. El camino debe ser primariamente respetuoso y comprometido, y si no logramos hacerlo efectivamente así, convendría enfrentar con alguien esta posibilidad.