Hace rato que no les cuento una de mis experiencias y es que con tanta noticia no me da el tiempo, pero creo que esta historia vale la pena.
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Todo comenzó con una junta amistosa con un chico al cual conozco hace años y con el cual tenemos una amistad relativamente consolidada. Nos tomamos unas cervezas, conversamos por horas y luego nos fuimos a mi casa a terminar la noche con un trago que tenía guardado en mi closet.
Cuando íbamos en la mitad de la botella le dije que nos fuéramos a mi pieza porque estábamos hablando muy fuerte y podríamos molestar a mis compañeros de piso. Seguimos la noche en mi habitación, que es bastante amplia y con un balcón buenísimo.
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De repente, no sé cómo ni por qué, me vi probándome TODOS mis zapatos mientras él fotografiaba mis pies con la cámara del celular. Conforme avanzaba el tiempo, dejaron de ser solo zapatos y comencé a cambiarme de ropa. Después de un par de horas la botella se había terminado, mi cama estaba llena de ropa y el piso tapizado de calzado con plataformas y stilettos.
Con mi amigo estábamos más que erotizados por la performance, la verdad es que me sentí muy sexy posando para la cámara. Además, que el toque de sesión de fotos casera era sumamente estimulante. Obvio que las imágenes tenían muy poco de artísticas y eran más que nada fetichistas. Recuerdo que usé anillos en todos los dedos y gafas de sol, súper escotes, látex, tacos y minifaldas.
Es la primera vez que juego de esta forma y la verdad es que me divirtió mucho. Creo que es una práctica interesante entre parejas. Pero no les recomiendo realizarlas con amigos porque sin duda la relación podría verse comprometida.