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La previa en la cama

Entre más pausados sean, más rápido nos entregamos

Hay un dicho que dice “dos cucharadas y a la papa”, pero les digo al tiro a los hombres que éste es realmente incompatible a la hora de llevar a una mina a la cama. Si quieren tener buen sexo con una mina y que ella no se complique tanto a la hora de encamarse, tienen que darse el tiempo de provocarle el calor necesario para que se nos vayan soltando las trenzas y de pasadita, desabrochándonos el pantalón, sacándonos la polerita, para llegar rápidamente a bajarnos los calzones.

Muchas no entendemos a esos minos que quieren todo a la rápida. Claro que hay veces el lugar amerita que el encuentro se dé de manera fugaz, pero cuando es una salida más elaborada y están los dos solos o es de esas escapaditas madrugadoras, las mujeres no queremos ni menos estamos pensando en que el tipo nos tire a la cama, nos abra las piernas y listo.

No hay nada más mata pasiones para una mina que tener encima –o debajo o al lado o atrás- a un mino enfermo de caliente, atarantado, bruto y que solo piensa en irse lo antes posible. Nosotras leemos eso como una falta de experiencia, inmadurez y despreocupación por una, pues tienen que saber, que la mayoría de las veces, las minas pensamos mucho antes de encamarnos con un tipo, por lo mismo queremos que nos demuestren un poco de agradecimiento más que sea.

En cuanto a los encuentros con el chiquillo de turno, hay hombres que deben pensar que el hecho de ir lento, acariciando a la mina por todo el cuerpo, dándole besos por todas partes, seduciéndolas y tratándolas con cariño, hará que una al otro día piense que ya son pololos o que están listos para el casorio, pero desde ya les decimos que no. Entiendan de una vez que hay minas que sabemos pasarlo bien sin caer en lo romántico y no porque al otro día les ofrezcamos un rico pan con queso en la mañana o los invitemos a quedarse más rato en la cama regaloneando, significa que estamos enamoradas. Así que no tengan miedo en ser un poquito más amorosos cuando nos saquen la ropa interior o darnos un par de besos de más, de abrazarnos aunque sea dos minutos después de haberlo pasado increíble o por último, si lo romántico no es lo tuyo, conversar un rato.

A modo de dato, si no es un encuentro rápido, a las minas nos encantan los toqueteos, que nos den besos en el cuello, en las orejas, en la guata, en realidad en todas partes. Que nos acaricien el pelo, la cara, que nos aprieten fuerte, que nos saquen la ropa de a poco y que ojalá nos dejen con ropa interior por un buen rato antes de empezar el acto mismo. Ahora, si la cosa es para un encuentro rapidito y nos quieren sorprender y convencer, no duden en agarrarnos por la cintura para no darnos ni un segundo para pensar. De esta forma verán como rápidamente respondemos, y sin que nos lo pidan, empezamos a hacerles las cosas que a los hombres más les gusta y sin que ellos lo noten, la  ropa interior saldrá solita y los trataremos como unos reyes.

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