Leí esta mañana en LUN un titutar que me llamó la atención, decía: “Sexsomnia, el raro trastorno del sueño que es capaz de destruir parejas”. De inmediato pensé en sexo sonámbulo y le acerté. Se trata de personas que mientras duermen se masturban, tienen relaciones sexuales o dicen frases eróticas.
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La primera vez que se usó el término Sleep sex fue en 1996 y con eso se definió como una enfermedad del sueño igual como lo son el insomnio y el sonambuilsmo. El problema es que la sexsomnia puede provocar el término de un relación porque los afectados por este sexo inconciente no saben lo que están haciendo y como lo hacen en la etapa REM del sueño, la inconciente, al otro día no se acuerdan y sus parejas (que también se ven afectadas) no les creen. Y claro, hay que tener fe ciega en las palabras del que padece esta enfermedad para creerle, porque cómo vas a pensar que está dormido mientras trata de encaramarse sobre ti.
Pero lo que encuentro más terrible del tema es que las parejas del sonámbulo se sienten violadas y en el fondo lo son porque el que padece sexsomnia siempre es violento y hace monvientos bruscos con tal de lograr el coito. Quién no se sentiría violado con ese tipo de comportamientos, es por eso que muchas parejas no aguantan y se separan. Lo extraño del asunto es que en la etapa REM de sueño se supone que no hay movimientos, pero en los sonámbulos sexuales sí y por eso es que los canadienses Coiln Shapiro, Nick Trajanovic y Paul Fedoroff lo están investigando.
Este trastorno se produce por un componente genético, pero lo que más influye es el estrés, porque no se puede dormir tranquilo cuando se está estresado; el tabaco, que no deja respirar bien cuando se duerme y el alcohol porque tampoco deja respirar en forma correcta en la noche. Los que no lo padecen lo toman a la ligera e incluso piensan en utilizarlo como excusa cuando quieren tener sexo y la pareja, “fue inconciente, estaba dormido”, pero es un asunto terrible para los que sí lo sufren porque de verdad que no duermen tranquilos y la noche para ellos es siempre una pesadilla que no saben qué consecuencias tendrá al otro día y lo más triste es que muchos llegan a las consultas de los terapeutas pensando que nunca más van a poder enamorarse o tener una pareja que les crea. Pobres, ¿qué opinan?
