-¿Saben por qué hay tantos desodorantes masculinos? ¿Y saben por qué siempre los venden como la panacea para conquistar? Porque los hombres se deshidratan transpirando cuando ven a una mujer linda y entonces las marcas de antitranspirantes tienen como misión camuflar el olor que expelen en su punto de mayor miedo: que ella ni siquiera los mire. Y no sólo esconden el aroma, sino que además vienen con fragancias seductoras (que son muy ricas realmente) para atraernos, pero si esas mismas marcas supieran que las feromonas tienen un efecto afrodisíaco, no le pondrían tantos olores a sus productos y dejarían que las gotas de sudor nos cautivaran.
PUBLICIDAD
Axe, la marca de desodorante masculina que se vende como líder a la hora de la conquista, creó un producto que controla la transpiración sexual de los hombres. A raíz de eso, aparecieron diversas explicaciones sobre el motivo por el cual los machos se mueren de miedo, al punto de sudar y no poder parar, cuando están junto a una mujer que les llama la atención.
Se le llama transpiración sexual porque estas gotas aparecen también en medio del juego previo al sexo, durante la seducción. Y claro, a algunas les puede gustar, sobre todo si están enamoradas de ese hombre (el amor se basa mucho en el olor del otro), pero si el sujeto no les llama para nada la atención, entonces sólo lo veremos como un pobre tipo que está totalmente mojado, pálido y que se ve débil y ansioso.
Porque justamente ese sudor es simplemente exceso de ansiedad, de no saber qué hacer o cómo reaccionar. Si es que el tipo se siente seducido o atraído en algún grado por la mujer a la que observa, sentirá pánico al rechazo, a que no pueda hablarle o a no gustarle y en lugar de enfrentar la situación, y por ende salir de la duda (hablarle), no saben qué hacer y se mojan. En ese momento se preguntan “¿por qué no me puse más desodorante antes de salir?”. Pero no chicos, no tiene que ver con la cantidad. Siempre los haremos transpirar, está en su naturaleza. Y a nosotras eso por supuesto que nos gusta (quizá no tanto verlos mojados, pero sí muertos de miedo con nuestra presencia) porque significa que en ese momento los podríamos manejar perfectamente.