-Son los términos para calificar a un hombre y una mujer, respectivamente, insaciables sexualmente. Se hacen muchas bromas del tema, sobre todo con las mujeres que llegan a ser nombradas como “putas”, pero para quienes sufren de hipersuxualidad el querer constantemente tener relaciones sexuales no es ningún chiste, se convierte en una obsesión que los lleva a perder sus bienes, amigos, familia, relaciones sociales, trabajo y a la pareja.
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Antiguamente las ninfómanas y los que padecían satiriasis aparecían en los desórdenes específicos del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales y correspondían a un desorden psicológico caracterizado por una libido muy activa y una obsesión por el sexo. Hoy se los llama simplemente hipersexualidad.
Sólo hay un 6% de hipersexuales en el mundo (2% son mujeres) y de ellos la mayoría está entre los 20 y 45 años, porque es la etapa en que estamos más activos. Es una cifra menor, pero el grupo se hace notar cuando quieren acción: buscan sexo ocasional con una o varias personas, consumen pornografía y se masturban. Todo eso puede sonar a normal, quién no lo ha hecho. El problema es que ellos están constantemente buscándolo, lo piensan a cada segundo. Eso no los deja llevar una vida tranquila y lo peor es que una vez que consiguen a alguien para mantener una relación sexual, ni siquiera lo disfrutan. Se sienten culpables y molestos.
El deseo finalmente es muy subjetivo, cada uno sabe hasta dónde llegar y qué le genera placer, o sea que no hay una medida específica que determine cuándo sufres o no de esta patología. Sí puedes decir que padeces de algún trastorno cuando tu impulsividad sexual te incomoda y no permite desenvolverte en la sociedad en forma normal: vas a prostíbulos a cada rato, compras juguetes pornográficos, llamas siempre a líneas eróticas, tienes sexo ocasional con desconocidos cada vez que puedas.
Esta enfermedad, que el 2012 será incluida en la Clasificación Americana de los Trastornos Mentales, no debe confundirse con un estado de excitación máxima o provocada por estimulantes, porque los hipersexuales aumentan su deseo erótico no por sustancias externas. La hioersexualidad no tiene cura, pero sí se puede controlar con antidepresivos y terapia.
