Después de mi investigación, me parece que la única respuesta es: ¡para jugar con ellos! No tienen ninguna función fisiológica ni ahora ni en la historia de la raza humana y a pesar de los mitos que existen, es imposible que los pezones de un típico hombre produzcan leche.
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La razón biológica de por qué existen es porque cada embrión humano empieza su desarrollo con un “patrón hembra” durante las primeras seis semanas de gestación hasta que se activa el cromosoma Y y se empiezan a desarrollar las características propias de los machos. Mientras nuestro camino como mujeres termina con glándulas mamarias completas, los hombres solo se quedan con los pezones, las areolas y un poquito de tejido mamario.
Personalmente lo encuentro una belleza de la naturaleza que exista esta simetría física entre los sexos. Hice una encuesta informal entre mis amigos y resulta que más o menos a la mitad de ellos les gusta que les estimulen sus pezones durante el sexo. En todo caso, tengo que agregar que no todos dijeron que “sí”al tiro. Parece que muchos piensan que es poco masculino admitir este placer, que reconocer sus pezones como una zona erógena les hace menos viriles. Cuando les aseguré que mantendría sus respuestas en estricta confidencialidad y les insistí en la verdad, varios confesaron que por lo menos les gustaba que los lamieran o chuparan, mientras algunos también me contaban que les encantaba cuando los retorcían e incluso que los mordieran. Por otro lado, hay chicos que afirman que tocar sus pezones les distrae y es definitivamente un “turn-off” en la cama.
La mejor forma entonces es preguntar antes de atacar su pecho, o empezar de a poco evaluando la respuesta de tu pareja. Aunque se ve hot en las películas, no debes empezar a morder sin previo aviso. Pero si ya sabes que es algo que le gusta, adelante con rozar o hasta apretar sus pezones entre los dedos, probar variaciones en velocidad y cobertura con la lengua, chupar en distintas intensidades, incluso agregando un aceite de masaje con sabor. O un cubito de hielo intercalado con el calor de tu boca para una máxima estimulación de los sentidos. Al jugar con ellos es importante recordar que ¡son dos!, y no abandonar al otro… y si eres buena para “multi-tasking”, puedes ocupar la boca para uno y la mano para el otro al mismo tiempo.
Los pezones de cada persona, hombre y mujer, son tan únicos como su huella digital, y pueden resultar como una fuente de placeres desconocidos.
Y nuestros lectores ¿qué opinan? ¿tienes alguna técnica para sugerir?
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