Les tengo un desafío. ¿Les interesa un macho? Búsquenlo y vean si son capaces de durar al menos 30 segundos sin dejar de mirarlo a los ojos, les aseguro que más de algún nervio le tocarán, además de ponerlo nervioso.
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Todos tenemos nuestras distintas armas para enfrentar la seducción, a los que tienen la seducción a flor de piel les cuesta menos. Hay personas que tienen atributos que hablan por sí solos y no deben hacer mucho esfuerzo si les interesa “pinchar” a alguien, volúmenes, curvas, movimientos sensuales, una risita por aquí y por allá, un guiño, etc…pero pocos se han dado cuenta que la mejor herramienta que tenemos todos sin excepción alguna es la mirada.
Existen varios tipos de miradas como mensajes contenidos en ellas. Existen esas fugaces entre una multitud cruzando un ceda el paso, las penetrantes y sin vergüenzas que desarman a la víctima, las que van acompañadas de un pequeño esbozo de risa, las que esconden un secreto, las que desencadenan un ataque de parpadeos, las que dilatan las pupilas, en fin, un sinnúmero de oportunidades que se pueden tomar para sacar ventaja del hecho. Los rituales de seducción muchas veces son inconscientes. Tenemos, como animales que somos, un instinto que aparece cada vez que se nos presenta una oportunidad.
Hace poco leí en un libro un truco que se aplica a lo que me refiero. Consiste en imaginar un triángulo invertido en la cara de la otra persona en el que incluye los ojos y la boca. Se trata de interactuar con la persona mientras conversan de lo que sea e ir alternando la mirada en esos tres puntos, es decir: un ojo, pasas por la boca, vuelves al ojo y sigues igual con el segundo ojo, siempre intercalando la mirada por la boca. Este truco al parecer produce un efecto inconsciente en la otra persona y él o ella comienza a mirar tu boca sin retirar la mirada si antes la evitaba, es un juego sugerente a la hora de seducir. Lo importante es no detenerse demasiado en la boca del otro a menos que este lo haga primero y darle prioridad a los ojos.
Creo que es difícil olvidar a esa persona que alguna vez te enamoró con la mirada y sin duda creo que la mirada es lejos el arma de seducción más potente que existe. ¿Cuál es la tuya?.
