Cuando tenía 7 años mi papá me tomó clases de golf. Al principio me provocaba un aburrimiento espantoso. Acompañarlo a jugar era peor, caminar y caminar para verlo agarrar un palo, mandarse unas “papas” y llegar de 8 palos al Green me parecía horrible. No entendía cómo este deporte podía ser entretenido, hasta que con los años empecé a agarrarle el gusto. Es más creo que es de los deportes más entretenidos que existe. Aquí van 5 razones por las que hoy juego por lo menos dos veces por semana.
- Camino, camino y no me doy cuenta. Hago ejercicio sin transpirar y ponerme roja como tomate y de verdad sin darme cuenta. Unos buenos zapatos y un pantalón cómodo y listo. Avanzo entretenida sin pensar que quemo calorías.
- Desarrolla mi capacidad de concentración. De verdad es entretenida la técnica de este deporte. Uno cree que es agarrar el palo y hacer un Swing, pero no, es mucho más complejo y desafiante. En cada jugada se aprenden cosas nuevas. La capacidad que tienes para controlar tu cabeza y lograr el máximo de concentración se refleja más que nunca con este deporte.
- Tonifica mis músculos y especialmente mis pechos. Sí, tal cual. El movimiento de caderas y especialmente de hombros y brazos tonifica todo el torso. También ayuda mucho a los muslos.
- Me relaja. Cómo no va a ser relajante una caminata arriba del pasto, entre árboles, Queltehues, loros y lagunas. Nada más tranquilizador que caminar sin apuro entre la naturaleza y en una cancha bonita.
- Porque es gratificante. Aunque juegues 18 hoyos en alguno tu tiro va a sonar tan bonito que el sonido te va a seguir durante todo el día y te sentirás orgullosa de lograr avances en un deporte tan complejo.