Wellness

¿No estas donde quieres estar? Entonces vas por buen camino

Si te sientes inconforme con tu trabajo o con tu estilo de vida, es momento de tomar acción.

Por: Erika Michael*

Mi vida ha sido sacudida por grandes cambios. Y como decía un gran amigo mío, cada cosa en la vida es una experiencia de aprendizaje.

De pronto pude pensar, ¡lo he alcanzado! Pero no, sin duda, la meta está cada vez más distante. Y esto no es para «changuitos» o para personas que se rinden de la primera. La vida, en todo sentido, es para valientes. Pero para valientes que no olvidan el niño que han sido.

Recomendados

       DESCUBRE MÁS:

  1. ¿Eres una mujer libre? Esta reflexión te ayudará a descubrirlo
  2. Éxito personal, cómo alcanzarlo cada día de tu vida 
  3. Tips básicos para convertirte en una mujer cautivante 

 

Sí, un paso más. ¿Y ahora qué? Donde estás hoy, ¿es donde soñaste? Basta de culpar a la vida por no tener lo que querías. No te quejes cuando alguien haga algo que nunca has querido hacer. O tal vez, no has hallado la valentía para hacerlo.

No estoy donde quiero estar. Y no porque no disfrute y ame estar donde me encuentro. Sino, más bien, porque sé que este no es el destino final. Solo ha sido un vuelo más que he tomado, que hemos tomado.

No estoy donde quiero estar y necesito recordármelo todos los días porque es muy fácil acomodarse, es muy fácil abandonar el esfuerzo por la comodidad.

Sí, tal vez la vida te ha sacudido. ¡Y qué bueno! ¿No sabías que las grandes sacudidas son necesarias para que todo ocupe su lugar?

No estoy donde quiero estar y deseo con todo mi corazón que tú tampoco lo estés. Porque esa es la única manera de reconocer y garantizar que sigamos creciendo.

Si miras tu relación, tu trabajo, tu estilo de vida, tu familia y de pronto piensas, ¡no estoy donde quiero estar! Entonces comienza por cambiar tú. Nada puede transformarse si no lo haces tú. Es la única manera de cambiar la perspectiva de las cosas.

Y no quiero que parezca motivación reciclada. Esta es una realidad que me repito cada vez que me despierto: «este no es mi lugar, no es mi destino final» y después me tomo mi café.

Esto me ayuda a esperar, me ayuda a tomar decisiones enfocada en lo que es mejor para mí (según mi criterio, ¡vamos!). Lo que me ayuda a seguir hacia mi meta y mi sueños es precisamente el sentirme incómoda.

Así puedo asegurarme de no enamorarme de una etapa, sino de una vida.

Incomódate. Decide. Muévete. Nada cambia si no es por ti.

*Erika Michael ofrece servicios de mentoría para las relaciones y conferencias. Es autora del libro «Hablemos de las Relaciones Saludables», comunicadora en diversos medios de Puerto Rico y productora del programa Al Natural D’ Show.

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos