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Cómo evitar que tu jefe tóxico te arruine la vida

Si odias el día a día y odias tu trabajo, probablemente tienes un jefe tóxico. Pero puedes hallar la clave para sobrevivir

Por Luz Lancheros

La pobre Andy Sachs en ‘El Diablo Viste a la Moda’ (2006) tuvo que recorrer todo Manhattan para conseguir el manuscrito de ‘Harry Potter’ que aún no había sido publicado y demostrarle a su imposible jefa, la editora Miranda Priestly, que ella era capaz de hacer lo que sea. En cambio, los tres torpes tipos de ‘Quiero matar a mi jefe’ (2010), ya hartos, lo mandaron todo por la borda: se armaron para asesinar a sus jefes cretinos ellos mismos. Estas dos películas fueron exitosas al relatar un padecimiento de muchos, tener un jefe bully. Un jefe que hace infernal la vida en la oficina con sarcasmo, malos tratos y pedidos imposibles a grandes dosis. Un jefe tóxico que, como se vio en el último estudio de la Escuela Alliance de Negocios de Manchester, puede llegar a convertir a sus empleados en sujetos depresivos, improductivos y tal y como su superior, en unos completos matones.

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«Los jefes tóxicos crean ambientes tóxicos. Los empleados están insatisfechos con sus trabajos, tienen un bienestar psicológico pobre y tienden a ausentarse más, entre otros comportamientos poco productivos. Esto se genera en lugares donde el líder es narcisista y psicópata. Que por qué aún existen en las empresas es interesante: son individuos encantadores y son buenos mandando. Suelen hacerlo bien en el proceso de selección y su confianza para tomar riesgos les da liderazgo. Así operan y sus superiores u otros no se dan cuenta de su comportamiento destructivo porque son buenos ocultando sus fallas», afirma Abigail Phillips, PhD en Psicología Organizacional e investigadora principal de tres investigaciones, que encuestaron a 1200 trabajadores de distintos países y ocupaciones y que se presentó en la conferencia anual de Psicología Ocupacional de Gran Bretaña en enero de este año.

Tu jefe, esa persona horrible

Porque las fallas que ocultan estos jefes tóxicos son enormes. Abigail Phillips enumera varias conductas que llevan al narcisismo y a la psicopatía: «Se creen grandiosos, son manipuladores y tienen la autoestima hasta arriba. Tienen poca empatía. Esta es la ‘combinación tóxica’ que permite que tomen ventaja de otros, tomen crédito de su trabajo, sean injustos y agresivos y no tengan remordimiento. Su falta de conciencia hace que ellos hagan cosas que nosotros no haríamos», enfatiza.

Y que el jefe vaya al extremo puede llevar la salud al extremo. Las críticas negativas, las humillaciones públicas, los ataques y otras formas de «mobbing» (conocido como acoso laboral), llegan a causar sobre todo ansiedad, irritabilidad, estrés, fatiga crónica y hasta pensamientos suicidas, como se reveló en un estudio internacional hecho desde 2010 hasta 2016 por las Asociaciones de Acoso Psicológico. «Por eso, las organizaciones están más conscientes de lo que les cuesta un jefe tóxico, al sus empleados tratar de abandonar sus lugares de trabajo lo antes posible», argumenta Phillips.

Pero si esa es una posibilidad muy remota, hay varios tips que recomienda Phillips para sobrevivir en el trabajo.

Cómo (no) matar a tu jefe

– Aunque difícil, trata de mantener contacto con estos individuos lo menos posible. Y siempre trata de que haya alguien presente.

Mantén las conversaciones en el ámbito estrictamente profesional. Evita darles a estos individuos cualquier información personal que permita que ellos la usen en contra tuya en el futuro.

Trata de mantener el control de tus emociones especialmente en su presencia. Cualquier signo de debilidad te hace un blanco fácil.

– No te descargues con tus compañeros. En vez de eso, apóyense los unos a los otros para sobrevivir en el trabajo. Ustedes son fuertes juntos.

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