Por Erika Michael*
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¿Sabías que todas las mujeres tenemos la capacidad para ser cautivantes? Ser cautivante es aun más interesante y divertido que ser solamente bella. ¿Qué significa esto? Ser una mujer cautivante es ser esa clase de mujer que se vuelve memorable, que una vez te conocen, ya no hay manera de olvidarte. Y quizá esto no siempre nos lleve a un amor romántico, pero ser una mujer cautivante traerá a tu vida muchos beneficios y te aseguro que será una gran herramienta para el éxito, pues en los negocios ser cautivante es fundamental.
Existen dos cualidades que hice mías y me ayudaron a acercarme mucho más a la mujer quise y supe que debía ser. Primero, crear una necesidad de mí. Cuando llego a un nuevo grupo de amistades o voy a comenzar una relación de negocios, tengo claro que debo hacer algo que sea memorable. Algo que la gente diga, «esto nadie lo puede hacer mejor que Erika». ¿Cómo lo consigo? Con detalles. Hay personas que ofrecen un servicio y hay personas que sirven. Yo intento ser del grupo de quienes sirven, pues son los que ponen amor y pasión a lo que hacen y, por consiguiente, lo hacen inolvidable y relevante.
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De esta forma, las personas pudieran contratar a cientos de personas que hagan el mismo trabajo que yo, pero sin los cuidados y detalles que yo ofrezco. Eso me hace cautivante. De igual forma, un hombre pudiera enamorarse de cientos de mujeres que pueden darle afecto y atención, pero sin los detalles y cuidados que yo brindo.
Por otro lado, he tenido que fortalecer y manejar mi carácter con el fin de convertirme en un lugar al cual las personas quieran regresar. Esto funciona para varios propósitos. Por supuesto que en los negocios me convierte en una persona confiable. Brindar seguridad y firmeza, pero a su vez dulzura y vulnerabilidad es una cualidad casi extinta, así que procuro ser esa clase de mujer.
Y aquí viene el detalle más interesante de ser una mujer cautivante (y quizá aquello que estabas ansiosa por leer), me he disciplinado para ser un hogar donde mi hombre quiera siempre regresar. Veo muchas mujeres esforzándose al máximo para ‘retener’ un hombre a su lado. Y a veces no comprendemos que una mujer comienza a dejar de ser atractiva en el mismo instante en el que se convierte en un conflicto. No deberíamos exigirle a un hombre que nos ame porque es su ‘obligación’, si no estamos dispuestas a convertirnos en un hogar donde se sienta pleno, comprendido, escuchado y respetado.
Finalmente, el ser cautivante va de la mano con nuestra seguridad y autoestima. Y el no aceptar un trato de menor valor del que ofrecemos. Cierto, hay días que ninguna de nosotros quisiera ni salir a la calle porque no nos sentimos atractivas, el cabello no queda como queremos o nuestra ropa no nos gusta. Eso es parte de ser humanas y vulnerables. Pero que eso no nos detenga. Nuestros complejos solo los vemos nosotras mismas y nuestras inseguridades suelen estar equivocadas.
¡Ponte ese lipstick o labial que tanto te gusta y sal a cautivar al mundo!
Erika Michael ofrece servicios de mentoría para las relaciones de pareja y conferencias. Es autora del libro «Hablemos de las Relaciones Saludables» y comunicadora en diversos medios de Puerto Rico, como Al Natural Radio y Vamo’ Arriba de Fidelity 95.7fm.