Wellness

Nada mejor que el amor propio… ¡Enamórate de ti!

Deja de ser tu juez y verdugo y mejor emprende un viaje por el camino de la aceptación para liberarte de tus propias cadenas y empezarte a amar tal como eres

Por Paola Beléndez

Amor propio ¿Por dónde empezar? La verdad es que no quería comenzar a escribir este artículo porque me había estado sintiendo un poco mal conmigo misma estos últimos días. Me preguntaba con qué autoridad moral podría estarles escribiendo a ustedes acerca del amor propio mientras estoy en la playa con mi pequeño bikini sintiéndome avergonzada de mi cuerpo.

        DESCUBRE MÁS:

Recomendados

  1. ¿Cómo evitar que las frustraciones se apoderen de mi vida?
  2. Dar «gracias», la mejor forma de llenar tu vida de actitud positiva
  3. El poder sanador de las lágrimas

 

Escribí un libro acerca de cómo aceptar nuestro cuerpo, de cómo amarnos a nosotras mismas, sentirnos ‘Diosas’ y hacer de nuestros cuerpos ‘Templos Sagrados’. Creo que la gente se imagina que aquellos viejos pensamientos tortuosos y duros juicios que emitía ante el espejo han desaparecido y que voy bailando como una ninfa encantada con ropa de gasa por la vida. Pero esta no es aún la verdad.

La verdad es que logro sentirme bonita gran parte de mis días y la vida me ha ayudado a superar trastornos de alimentación y adicciones de varias índoles, pero la realidad es que ayer que iba al supermercado y pasé por el departamento de ropa deportiva y nada me quedó una vez más regresaron aquellos recuerdos; me volví a hablar feo, volví a pensar mal de mi cuerpo, hasta se me escapó una lágrima de tristeza y frustración frente a mi esposo, quién, como siempre que me ve, me recuerda lo hermosa que soy. Tal y como soy. El me dijo: «no te preocupes, esa no es quién tú eres».

El mundo quiere que todos quepamos en una misma talla, pero no solo de ropa. Hay un molde para todo: un molde de belleza, un molde de éxito, un molde de felicidad, un molde de trabajos permitidos, un molde para ser estudiante perfecto y esa es la trampa, que si no cabes dentro del molde te sientas mal, avergonzada de ti misma; si no eres como aquellos ricos, guapos y exitosos, entonces tendrás mucho camino para recorrer en el falso camino de la aceptación.

Obviamente algo muy parecido ya había escrito, pero debería leerlo más a menudo. Todavía lo olvido, todavía cuando estoy frágil dejo que la aceptación del mundo exterior tenga más fuerza que mi propia aceptación. Y con esta palabra quiero empezar el camino hacia la conquista del «amor propio»: ACEPTACIÓN, todo comienza por ahí. Todos decimos (consciente o inconscientemente), me voy a amar más cuando sea más delgada, me voy a amar cuando me levante el busto, cuando tenga tanto dinero, cuando tenga novio, cuando sea la mujer exitosa que me imagino ser o cuando tenga el cuerpo de las de modelos angelicales de ropa interior; entonces me amarán, y cuando me amen, me amaré. Todo comienza cuando nos damos cuenta cómo condicionamos nuestro amor: «me amaré si…», «te aceptaré si…».

Imagina por un momento que ya no vas a cambiar. De aquí hasta el día en que te mueras serás así, como eres en este instante, con esa cantidad de dinero, con esas arruguitas o ese rollito que te molesta, con tus «defectos», con tus mañas, con tus obsesiones, simplemente, así, humana. Perfectamente imperfecta. No vas a cambiar. Imagínalo bien. Ya no hay esperanzas en el futuro. Solo te queda lo que hay. ¿Sientes cómo se acorta tu respiración? ¿Sientes el miedo que te da no tener salida en tus fantasías futuras? Ahora solo te queda voltearte a ver en este momento, pararte frente al espejo, respirar PROFUNDO hasta tu estómago y rendirte ante la mujer que eres AHORA, rendirte como cuando un hombre enamorado se rinde ante ti, rendirte es dejar de luchar contra la mujer hermosa que eres, rendirte es ACEPTAR-te tal y como eres. Aceptarte significa recordar que el Creador te creó a ti única, distinta a todas las demás y así como todas sus creaciones son hermosas, lo eres tu también.

Vete a los ojos -realmente haz este ejercicio- párate frente al espejo, cuerpo completo, sin ropa, reconoce la tristeza que pueda haber ahí por haber sido tan dura contigo misma, perdónate. Mírate profundamente, reconócete y empieza a hablar contigo misma, como si estuvieras hablando con el hombre de tus sueños, con un hombre que te ama con locura, con alguien que te ama tal y como eres: reconoce todo lo que te gusta de ti, siéntete orgullosa de ello, no tienes que ser modesta, ni tratar de esconder lo mas hermoso de ti. Pon una canción que te encante y empieza a bailar, poco a poco, sintiendo la vida que mueve a tu cuerpo por dentro, empieza a gozarlo, disfruta y deja que vayan surgiendo poco a poco aquellas cosas que no te gustan de ti… por ejemplo «soy controladora» y bailando, empieza a reírte de esa parte de ti, «no me gusta mi nariz», baila más y date cuenta lo insignificante que es la forma de tu nariz en comparación a la grandeza de tu ser. Vete a los ojos y empieza a aceptar la mujer que hoy eres, tal y como eres, empieza a reírte de todo lo que antes te hubiera acomplejado o avergonzado de ti. Termina, si así lo sientes, diciéndote «lo siento, perdóname, te amo, gracias», libérate de los estereotipos, de las limitaciones que otros han puesto sobre ti, abrázate y date permiso de ser feliz aquí y ahora, que el amor propio es un camino que se conquista a cada instante, cada día de nuestras vidas.

El ego una y otra vez te dirá que no eres suficiente, a veces caerás, como yo, en su trampa, pero habiendo salido de ella antes, llegará algo que te recordará, como hoy en la mañana me pasó a mi, que eres hermosa y así, con cada día que pase, podrás enamorarte más y más de la mujer que baila frente al espejo.

www.paolabelendez.com

Facebook: facebook.com/paolabelendez1111
Twitter: @paolabelendez
Instagram: @paolabelendez

 

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos