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Antonia Moro por Jordi Castell: El regreso de un ícono

La ex modelo vivió ocho años y medio en Puerto Varas, donde se radicó para criar a sus hijos, pero este 2014 decidió volver a Santiago. Le gusta la ciudad que encontró. “Está más entretenida. Veo más libertad artística, de expresión, de sexualidad, más panoramas, gente joven llena de proyectos, emprendimientos, pero también muchísima frivolidad, poca conciencia, poca pausa”.

Por Jessica Celis Aburto. Fotografías: Jordi Castell. Asistente de fotos: Nicolás Bravo.

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Maquillaje y pelo: Rosario Valenzuela. Producción: Fernanda Zamora.

Desde que regresó a Santiago, Antonia Moro trabaja con su padre, el diseñador Luis Fernando Moro, a quien «admira y adora», disfrutando con él desde la ida al tapicero hasta la visita a las casas. «Aprendo muchísimo a su lado», cuenta. Además tiene dos proyectos grandes que están en pausa, porque la mudanza, el cambio de vida y los colegios de sus hijos han repercutido radicalmente en su día a día. Su foco recién está saliendo de ahí. «Sabía que tendría que dedicar al menos un semestre a la adaptación de mi familia», explica.

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¿Cómo te encuentra emocionalmente este 2014?
Entusiasmada; ha sido un año muy intenso, pero muy gratificante también.

Te fuiste a vivir al sur para criar a tus hijos, te instalaste y abriste un spa. ¿Por qué decides volver?
Porque cumplió su ciclo. Fue exquisito, casarme en el campo, construir mi casa, parir a mis hijitos, todo el periodo de amamantar. Formar a mi familia en ese lugar fue un sueño, pero mis hijos ya estaban más grandes y comencé a sentirme un poco como jubilada. Quería más desafíos laborales, educación Montessori para mis hijos, más diversidad, más sol…, fueron muchas cosas.

¿Te gusta o no el Santiago que encontraste?
Me parece que Santiago está más urbano que la última vez que viví acá, hace casi 10 años. Está más entretenido. Veo más libertad artística, de expresión, de sexualidad, más panoramas, gente joven llena de proyectos, emprendimientos. Eso me parece genial; pero también en otros círculos veo que hay un nivel de esnobismo que me tiene en shock. Me imagino que eso es natural, ya que vengo de estar en el bosque rodeada de hectáreas de naturaleza, amigos, familia, animales y simplicidad, y me chocan las prioridades de alguna gente de mi edad. Veo muchísima frivolidad, poca conciencia, poca pausa; pero bueno, cada cual en su camino, con sus aprendizajes y costalazos.

¿Qué es lo que tiene apasionada por estos días?
Como siempre, el arte, la decoración, el diseño, la belleza, el bienestar de mi familia, el bienestar mío, avanzar, mi hogar, los amigos, estar consciente y disfrutar.

 

LA BELLEZA DE ANTONIA
Tu carrera en el modelaje, ¿cómo la ves ahora, con la perspectiva del tiempo?
La veo como la sentí en su momento: un período muy entretenido, de mucho viaje, de aprender a ser responsable, tener muchos contratos y clientes. Desde que estaba en el colegio siempre disfruté mucho trabajar de modelo. Me encanta la gente, hablar, conocer, desfilar, posar, maquillarme, los diseñadores. Todo me gustaba. Lo disfruté mucho hasta que cumplí un ciclo y quise otra cosa.

¿Cuáles fueron las mejores cosas que viviste y las peores?
Las mejores fueron tantas que no sabría decir una; pero si tengo que elegir una es esa sensación después de que el maquillador, el peluquero, el diseñador y la productora habían hecho su trabajo, y llegaba el momento de conectarte con el fotógrafo y dar lo mejor. Lo peor…, ¡uff! Ahí hay varias también. Cuando llegamos con Bianca Hassler (destacada modelo chilena) a quedarnos a una agencia en New York donde todo lo que te puedo describir es poco; dormíamos como 7 modelos en unos camarotes. Ahí compartíamos con unas rusas y brasileras que corcheteaban hasta sus leches para que nadie se las sacara porque te robaban todo. Si tenías 10 dólares en el bolsillo de la chaqueta, a la mañana siguiente ya no estaban. Esa convivencia fue un horror. Nuestro primer trabajo ahí fue un desfile en ropa interior en una disco sadomasoquista. Lo que vimos no lo olvidaré jamás (risas). Al día siguiente nos metimos en el escritorio del jefe, sacamos la lista de agencias que habían, llamamos a todas y unos días después nos cambiamos.

¿Te preocupa el paso de los años en lo físico?
Me preocupa desde las limitaciones de la vejez, que me canso si juego fútbol con los niños, que me tomo dos copas de vino y amanezco con dolor de cabeza. Me preocupa desde el deterioro de la resistencia, no desde la belleza. Pero enfrentar el paso de los años sintiéndose bella creo que es muy simple: hay que tratar de tener al marido contento para que te diga varias veces al día que estás guapa y te haga sentir una reina. Y en el caso de las solteras, salir solamente con los hombres que te hagan sentir bien, alejarse de las mujeres envidiosas, no mirarse tanto al espejo, quererse, mimarse, y listo. Cada cosa con su apropiada importancia, y las arrugas no encabezan mi lista.

¿Cómo te cuidas?
Pongo mi cara en las manos de María Olga Estrada (www.mariaolgaestrada.com). Sé que seré arrugadita, pero con piel sana y linda. En mi casa me limpio con los productos Murad en la noche, y en el día Murad con factor. Cuando veo que está opaca y seca, voy por un facial.

¿Eres delgada por naturaleza o tienes que cuidarte para estarlo?
Soy delgada porque como poco y sano. Tengo buena genética, pero me alimento muy «limpio», por así decirlo. Mucha ensalada y tomo mucho mate. Soy mañosa con la comida, hay varias cosas que no como, pero no por hacer dieta, sino porque me dan un poco de asco. Prefiero las plantitas (risas).

¿Sigues algún blog, revista o web de moda y belleza?
Sigo webs, a www.pinterest.com, www.ted.com. También a www.ignitelight.tumblr.com, que son sólo fotos, pero me encanta. A la revista www.kinfolk.com, que para mi gusto es la mejor revista que he encontrado en mi vida; al fotógrafo www.hideakihamada.com, que es mi ídolo en concepto de simpleza, belleza, fotografía y paternidad; a www.theglow.com, que es de madres guapísimas en casas maravillosas y con carreras increíbles (risas). ¡Las recomiendo demasiado!

 

EN PRIMERA PERSONA
Último libro que leíste:
Anoche, a mis hijos, «El corazón en la botella» de Oliver Jeffers, ¡lo máximo!

Principal rasgo de tu carácter:
Que me mueve el amor y la verdad, mi propia verdad. Busco llegar cada día más al centro. Que tengo mis prioridades muy claras. Y me entusiasmo fácilmente.

¿Qué características son las que menos te gustan en las personas?
Ufff… No soporto la arrogancia, el esnobismo, el clasismo, el racismo, la discriminación; no tolero la homofobia, la flojera, la ignorancia, la crueldad, la superioridad, la falta de transparencia y sencillez.

Comida favorita:
Para envidia máxima de varias amigas, mi comida preferida es una rica ensalada (risas).

¿A qué le tienes miedo?
Soy bien miedosa con todo lo que tiene que ver con mis hijos, que no les vaya a pasar nada grave. Ese es mi único y máximo temor.

¿Tienes algún hobby?
No sé si es hobby, pero sentarme a dibujar, escribir y navegar webs de arte y diseño es lo que más me gusta hacer.

¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?
Mi felicidad perfecta sería que mis hijos, marido y yo sigamos sanos, todos unidos y cercanos, en un hogar de amor, con trabajo y salud. Esa es la felicidad máxima para mí. Con eso no necesito nada más.

¿Quién es la persona viva que más admiras?
No sé, siempre admiro algo, un rasgo en particular, en casi todas las personas. Un nombre puntual no se me ocurre. Admiro a la gente creativa, fuerte, sincera, gozadora, con sentido del humor. Admiro a mi papá y su inmesa fuente de creatividad y optimismo. Admiro a mi mamá por su inagotable entrega. Admiro a mi marido por quererme tanto. Admiro a gente que sabe lo que quiere y habla mirando a los ojos y con la verdad.

Rasgo que más te desagrada de ti misma:
Que no logro soltar el pucho. Y el que más me molesta es que soy tan dispersa que la organización me cuesta mucho, y el caos me frustra. Y pierdo tiempo y paciencia en mi dispersión.

¿Tu mayor extravagancia?
No lo encuentro una extravagancia, pero noto en la gente que parece que sí: no veo televisión hace como 10 años. Creo que aparte del Mundial, en los últimos 10 años he visto unas 4 horas de tele…

Virtud más sobrevalorada, y por qué:
El éxito. Creo que se le ve como una virtud, y me parece maravilloso, pero creo está sobrevalorado.

Ocasiones en que recurres a la mentira:
Creo a veces debiera recurrir más. No tengo mucho filtro. Miento muy poco o nada, la verdad.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu cuerpo?
Que con los años se ponga blando.

Palabras o frases que son típicas en ti:
Me escucho varias veces al día diciéndoles a mis amigas «comadre, no sabís na’ lo que me pasó!» (risas). ¡Me ocurren 20 mil cosas en el transcurso de 24 horas! Llevo años esperando que llegue la calma, pero parece que a las personas tan intensas no les llega no más.

¿Qué talento te gustaría tener?
Tener una voz increíble, de negra gospel.

¿Cómo te gustaría morir?
Me imagino que como a todo el mundo… Tipo 90 años, sin nada pendiente; habiendo aprendido lo que tenía que aprender; con el corazón bien sanito; habiendo logrado la evolución que me tocaba en esta vida y con alguno de mis tres hombres tomándome la mano.

Direcciones:
– Banana Republic: Costanera Center, local 2148, Providencia.
– Karina Pizarro: En Porquetevistes.
– Montemarano: Isidora Goyenechea 3601, Las Condes.
– Nicolás Sánchez: En Porquetevistes.
– Porquetevistes: Gertrudis Echeñique 360, Las Condes.
– Rapsodia: Alto Las Condes, local 1156, y en tiendas Ripley.
– Sarika Rodrick: Isidora Goyenechea 3476, Las Condes.
– Warehouse: Parque Arauco, local 252, Las Condes.

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