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Ángel Parra declara: “No soporto el cliché del patriotismo”

A sus 46 años, el músico nacional atraviesa por un periodo de plenitud y gran creatividad. Hijo de Ángel Parra y nieto de la legendaria Violeta, el guitarrista de Los Tres destaca entre los artistas más prolíficos de la escena actual en Chile. Un hombre que disfruta, en la cotidianidad, de su mujer y sus dos hijas, y que no tolera la falsedad.

Por Erika Cabrera. Fotografías: Gigi Miró F.

Por ahí escribiste en tu blog que éste ha sido un año de oportunidades espirituales, ¿a qué te referías con eso?

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Es que cuando uno llega a los cuarenta, son años en que se mueve harto el piso; uno empieza a sentir cosas y cambios de todo tipo pero, ¡claro!, llega un momento en que eso se acaba… Y como siempre me ha dicho mi padre, llegando a los cincuenta empieza la mejor etapa de la vida, y siento que eso es lo que me está pasando. Es decir, tengo una plenitud familiar, en la música me he consolidado con «Los Tres» y mi grupo de jazz… En el fondo, cada día tengo que agradecer por lo que tengo más que estarme quejando por tonteras.

Entonces, hoy vives mucho más pleno…

Sí. ¿Y sabes? Me sirvió harto también dejar el alcohol. Me rehabilité de todos mis vicios, y tomar la decisión de parar con el asunto del trasnoche fue increíble y me cambió la vida totalmente, para bien.

¿Cortaste de raíz? ¿Cómo?

Sí, corté de raíz mi relación con el alcohol. Y no es que estuviera nadando dentro de una garrafa ni mucho menos, pero esos cambios radicales en la vida siempre son positivos. Hoy en día rindo mucho mejor en el trabajo y en todos los planos. O sea, significó matar un cansancio que tenía acumulado durante años. Cumplí cuarenta y seis años, vivo tranquilo y ando a paso lento pero, a la vez, miro hacia atrás y me siento orgulloso de todo lo que he logrado. En verdad, estoy en una muy rica edad.

Se acercan las Fiestas Patrias, y con ella una nueva versión de la «Yein Fonda». ¿Qué significa este evento para ti?

La «Yein Fonda» para mí es trabajo. Es decir, no tengo muchos recuerdos de un 18 de septiembre en que haya podido gozar de las Fiestas Patrias sin trabajar… Pero tampoco me quejo, porque es entretenido para nosotros tocar, ver a tanta gente reunida en la «Yein Fonda», y sentir a este país alegre y disfrutando de la buena música. En la «Yein Fonda» nos caracterizamos por tener un compilado de música interesante y de calidad, con la que la gente goza, y eso hace muy bien. Así que es rico cuando llega el mes de septiembre, porque empieza a irse el frío y millones de cosas entretenidas van pasando.

¿Y alguna sorpresa este año en la fonda de «Los Tres»?

Es que la «Yein» es un clásico y no necesita mayores presentaciones ni sorpresas para atraer al público. Esta fonda ya está arraigada en la cultura chilena y funciona; pero sí, puedo decir que este año van a estar «Los Viking 5», que a mí me encantan. Toqué en marzo con ellos, los conozco hace mucho tiempo, y creo que son geniales. Además llevan mucho más que nosotros, entonces es un honor compartir escenario con ellos. ¡Ah! Y este año vamos a estar también en la Quinta Vergara, en Viña del Mar, y eso está bien interesante. En Concepción siempre la habíamos hecho, pero me parece positivo que cambie un poco la mecánica, y ojalá esta fonda se pudiera mover para todos lados.

¿Eres de los chilenos que disfruta de las Fiestas Patrias?

Sí, me gusta por lo que yo vivo dentro de la «Yein Fonda», que es un ambiente de patriotismo real. Creo que un 70% de este país vive las Fiestas Patrias de esa forma; sin embargo, cuando paso por Providencia y veo a «Los Huasos de Algarrobal», no digamos que me agrada, sino que al contrario. Es que en ese sentido yo soy igual a mi abuela: no soporto las cosas falsas. En verdad no soporto el cliché del patriotismo, y sé que mucha gente estará de acuerdo conmigo.

«Vivo y respiro música»

Hablemos  de tus proyectos. ¿En qué va la carrera con «Los Tres»? ¿Se viene nuevo material?

Recién Alvaro (Henríquez) estuvo una semana en México haciendo promoción. Es que «Coliumo», que es un disco de transición y que sacamos el 2010, recién salió en México, entonces a fines de año vamos a ir a tocar a la Feria del Libro de Guadalajara y a otras ciudades. Además en México somos un grupo de culto, respetado y muy querido. En verdad hay una relación súper buena, entonces nos viene bien esa visita. Y el próximo año vamos a grabar, de todas maneras, con «Los Tres»… Y con mi grupo de jazz, el «Ángel Parra Trío», estoy componiendo para un disco nuevo también y haciendo millones de cosas pero, sobre todo, dedicado a la creatividad musical.

¿Se genera un agotamiento en la rutina de un músico?

Bueno, como en cualquier cosa, ya sea en un matrimonio o grupo, la clave está en darse aire. Nosotros con Alvaro y con «Titae» llevamos 20 años, y muchas veces no nos hablamos por teléfono, no hacemos asados o no nos juntamos con las familias, o sea, todo eso lo hicimos al comienzo. Por lo mismo ya no es necesario estarse viendo tan seguido, y creo que esa es la clave para poder seguir adelante… Pero claro que hubo un desgaste, y tanto fue que paramos y pasamos seis años sin tocar. Sin embargo  volvimos, y ya estando más viejo uno sabe que tiene que mantener ciertas distancias, ciertos respetos; cuando uno está más grande respeta más a los amigos, y se les quiere más por lo que son. En verdad me considero súper afortunado de todas esas cosas que tengo.

Y, más allá del músico, ¿cómo eres en el día a día? ¿Qué cosas te gusta hacer?

Hago mucho deporte y entreno diariamente; para mí el deporte es salud y eso lo sabe todo el mundo, aunque no lo practiquen. Después me gusta harto el cine, soy pésimo para leer y el resto, todo es música… Vivo y respiro música, esa es la verdad.

Pero dedicarás tiempo a tu familia…

Sí, aunque mis hijas ya están grandes y cada vez me inflan menos. Tengo una que está en tercer año de Diseño, y otra que está en Segundo Medio.

¿Y alguna heredó tus genes de artista?

Sí, las dos tocan piano. La menor tocó durante nueve años, ahora lo retomó y es excelente. Así que tengo ganas de que se dedique a la música, porque ya está en otra etapa, no le cuesta, lee música y le está gustando harto. Quería estudiar Teatro, y la voy a dejar solita para que ella decida. En todo caso las dos saben que para dedicarse a la música hay que ser muy profesional… Yo nunca me creí eso de que soy nieto de Violeta Parra y que iba a tener cosas ganadas, porque no fue así. Al contrario, me tuve que sacar la cresta, estudiar diez horas diarias y aprender a leer música, porque no soy un genio ni nada por el estilo. Soy un tipo que trabaja nomás, y creo que eso me he encargado de transmitirle a mis niñas.
Ahora estamos gozando con mi mujer que las niñas ya están más grandes, pero acostumbrándonos también a que cada vez son más independientes. Nosotros somos muy mamones, y siempre que vamos a viajar nos gusta que vayan ellas. Por eso ahora queremos pegarnos un viaje, los dos con mi mujer, que sería el primero que hacemos completamente solos.

A estas alturas, ¿crees que es una carga o un privilegio llevar el apellido Parra?

Como te digo, lo que he logrado en la música nadie me lo regaló. No vivo de una renta mensual que me llegue por Derecho de Autor de mi abuela o algo similar, nunca. Me lo he ganado yo solo y trabajando duro, pero siempre hay gente que te tira para abajo… Desgraciadamente lo he visto con mi papá o con mi hermana, que la gente les dice unas cosas terribles porque muchos piensan que uno se está aprovechando del apellido. Por suerte a mí nunca me han tratado mal y, curiosamente, jamás he leído un comentario negativo hacia mí.

Pero existe esa carga negativa…

Claro. Por ejemplo, con la película «Violeta se fue a los cielos», que es una maravilla, la gente igual siente envidia, o una parte de este país encuentra que Violeta Parra es una mierda… Pero a mí no me importa, la verdad, porque Violeta va creciendo sola y está cada vez más arriba… Pero sí, es una responsabilidad más que todo. A mí me costó mucho aprenderme bien su música, porque partí tocando rock y jazz, entonces desconocía muchas cosas. Pero ahora, cuando hice la música para la película y toqué, como que recién «me titulé» de conocedor de la música de Violeta, y ese es todo un privilegio. En verdad tengo una relación muy especial con mi abuela y, ante todo, es una gran fuente de inspiración.

Su sitio web: angelparraorrego.com

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