Por Karen Hernández
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La exigencias estéticas del ser humano en el mundo siempre han estado encaminadas a las mujeres de figura esbelta, piernas largas y torneadas y cabello perfecto. La moda, está hecha para cuerpos con tallas diminutas y las portadas de revista sólo muertran una perfección idealizada. Aunque hoy ha habido una pesudo apertura en torno a la aceptación de un nuevo prototipo de cuerpo, de caderas anchas y piernas gruesas, parece difñicil de asimilar que una mujer de talla grande sea protagonista de revistas de moda y belleza.
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María Virginia Godoy o Señorita Bimbo, es una reconocida bloggera argentina que ha encaminado su trabajo a la comedia, la actuación y la escritura con un claro mensaje feminista de fondo. Una mujer irreverente que no teme a mostrarse como es, tiene tatuajes y es conductora de su propio programa de radio, Furia Bebé, en FutuRock (Argentina). Y sí, Bimbo entra en la «categoría» de mujer plus size y con gran orgullo se convirtió en la primera en ser portada de la reconocida revista fashionista, Harper’s Bazaar Argentina.
Bajo el estandarte «la moda es para todas» y «ser bella es ser diversa», esta chica demuestra que la belleza es única y que las ideas propias y la seguridad en una misma son las que te abren camino en un medio que finge hacer espacio para las mujeres. «Somos tratadas como una minoría, siendo la mitad del mundo», defiende Bimbo.
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Y decimos «finge» porque hace unos días, la modelo plus size, Ashley Graham también logró ser imagen de la revista fashionista Vogue, que siempre es protagonizada por cuerpos esbeltos. SIn embargo, cuando se creía que esto le daría un giro positivo, la publicación fue sumamente criticada porque no mostró el cuerpo de la modelo, sino simplemente su cara. ¿En dónde se entonces el valor y la belleza de un cuerpo «plus»?
Cierto, tampoco se trata de santificar la imagen de estas chicas, porque seguiría siendo una categorización en torno al tipo de cuerpo que debe o no debe ser.
Estas mujeres son más un portavoz de una generación de mujeres que han crecido inseguras y a las que se les han cerrado puertas por su apariencia. Se trata de una «alianza» entre mujeres que rompen estereotipos de belleza para hacer un cambio de mentalidad, deshacerse de los tabúes y dejar de pensar en un sexo débil o fuerte.
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