Por: Karina Ochoa Beltrán
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La tagua o conocida en Ecuador como ‘marfil natural’ es una semilla que proviene de la palmera Phitilephas. Este germen, tras un proceso de secado, se endurece y adopta características del marfil animal, como su belleza y resistencia. Esta ventaja es aprovechada por los artesanos que a partir de ella crear desde bisutería hasta figuras de decoración.
La planta en su hábitat húmedo tropical tarda entre 14 a 15 años desde su siembra hasta su primera cosecha. Durante un año ofrece 3 cosechas aproximadamente.
Este tipo de plantas bien desarrolladas producen anualmente de 15 a 16 cabezas, también conocidas como mocochas. En cada mococha se puede cosechar cerca de 20 pepas.
Hoy, la producción en base a esta semilla genera plazas de trabajo para artesanos especialmente en Manabí y la costa norte del Ecuador.
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Sin embargo, la producción de Tagua no es reciente, según registros históricos su comercialización y producción comenzó desde el siglo XVII.
En aquella época la semilla era trabajada de igual manera que en la actualidad; se secaba, se procedía a realizar la figura y por último se pintaba. Ya terminado el trabajo se realizaban diversos productos entre ellos botones de tagua de alta calidad.
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Estos productos son apreciados por los turistas, pues se diseñan pulseras, collares y cualquier otro adorno.
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