Por Andrea Sánchez
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Kanye West parece haber encontrado la fórmula para que todos hablen de él. Sin importar si se trata de un nuevo sencillo o de su paso por el mundo de la moda, el rapero ha conseguido ser el foco de atención.
En su presentación en la semana de la moda neoyorkina, el rapero decidió alejarse del circuito habitual y llevó, entre otros invitados, a Vanessa Friedman, directora de moda en el New York Times, Anna Wintour, Pharrell Williams, Lewis Hamilton y, por supuesto, las hermanas Kardashian al parque Four Freedoms, donde presentó a las modelos ‘multirraciales’ que había solicitado a través de Twitter.
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A través de redes sociales, los invitados se quejaron por la austeridad con la que los hizo viajar, no había aperitivos, ni música o merchandising, así que las expectativas alrededor del desfile iban en aumento. Hasta que, con dos horas de retraso y con modelos insoladas que no soportaron las condiciones climáticas (la presentación fue a cielo abierto), dio inicio la presentación de Yeezy.
Las Kardashian hicieron su aparición 15 minutos después de haber iniciado el evento. La que sí llamó la atención fue Kylie, quien lució por primera vez en público su platinada cabellera.
De la colección poco se ha hablado. Medios especializados en moda, como Vogue Estados Unidos, dicen que es más de lo mismo: colores nude, neopreno, sudaderas y abrigos maxi, nada que no haya presentado ya el rapero. La mezcla de etnias en las modelos sí fue uno de los aspectos a destacar por los medios. Sofia Richie participó en el desfile y ha sido una de las más aplaudidas hasta ahora.
