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6 razones por las que te sientes cansada todo el tiempo

Cuando mantener los ojos abiertos y la cabeza en su lugar se convierte en una misión imposible

Por Karen Hernández

No hay algo más frustrante que empezar a sentir que los párpados se te cierran, que ttu cabeza empieza a pesar y saber que no puedes poner el cuerpo sobre la cama porque estás en la oficina o en algún lugar importante. 

El estilo de vida tan ajetreado que la mayoría llevamos hoy en día demanda la mayor cantidad de horas despiertos posible para poder atender todos nuestros compromisos con  el trabajo, el gimnasio, la casa y la vida social. Y es que por más que duermas (o creas que duermas) estar cansada todo el día te da un sentimiento de impotencia y desesperación por no poder controlar los deseos Morfeo. Estos son algunas razones por las que seguramente te pasa:

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Tienes una mala calidad de sueño

La razón más obvia pero también la más difícil de controlar. Un sueño de mala calidad es una causa común de fatiga pues ni el cuerpo ni la mente tienen tiempo para recargar energía. El cuerpo hace muchas cosas mientras duerme, incluyendo agilizar la memoria y la liberación de hormonas regulan el metabolismo y los niveles de energía. De acuerdo a la American Academy of Sleep Medicine and Sleep Research Society, los adultos necesitamos 7 horas de sueño para considerarse eparador. 

Y sí, dormir a horas inadecuadas también contribuye a la fatiga, es decir, que si duermes durante el día en lugar de en la noche, interrumpes el ritmo circadiano de su cuerpo, que son los cambios biológicos que se producen en respuesta a la luz y la oscuridad durante uel día.

 

Estás tomando demasiado café

Lo amamos y alabamos como una especie de dios de la mañana pero a pesar de sus beneficios antioxidantes y su sabor adictivo, en realidad provoca dependencia y te deshidrata. Además, afecta a la llamada «hormona del estrés», provocando que te alteres y mantengas alerta cuando no debes estarlo. 

Y si te vales de bebidas energéticas la pasarás muy mal con el cansancio ya que generan una fatiga de rebote una vez que los efectos de la cafeína y el azúcar se desgastan. Lo mejor es beber máximo dos tazas por la mañana y en la tarde reemplazarlo por una infusión energética (té natural) o un matcha.

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Estás deshidratada

Si no te estás hidratando lo suficiente, es muy probable que la fatiga te ataque. Tomar agua permite que muchas reacciones bioquímicas en el cuerpo funcionen correctamente pues ayuda a reemplazar todo lo que pierdes mediante la orina, el sudor y la respiración. 

La clave es beber lo suficiente para mantener buenos niveles de hidratación y concentración.

Tus niveles de estrés están por los cielos

El estrés crónico puede tener un efecto importante en tus niveles de energía, calidad de sueño y por ende, de vida. Aunque tener cientos de cosas que hacer y en qué pensar todo el día ya es algo cotidiano, los niveles excesivos están muy relacionados con la fatiga ya que provoca la estimulación del organismo al desempeñar una actividad intelectual que requiere un alto nivel de atención (es decir, que pensar mucho antes de dormir estresa a tu organismo y por ende no podrás conciliar el sueño como se debe)

Practicar yoga y meditación pueden ayudar a tranquilizarte y olvidarte de lo que te causa malestar e inquietud. 

No estás recibiendo los suficientes nutrientes diarios

Una dieta desequilibrada puede bajar tus niveles de energía. Consumir la cantidad adecuada de calorías además de ayudar a controlar tu peso, también puede ayudar a prevenir el cansancio. Cuando consumes pocas calorías, tu metabolismo comienza a funcionar más lento con el fin de conservar la energía, lo que provoca fatiga.

Incluir alimentos ricos en proteínas como pescado, carne, huevos y frijoles contribuye a aumentar tus niveles de energía. Evita los alimentos procesados y con alto nivel de azúcar ya que conlleva a un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, provocando que te sientas ansiosa, acelerada y con ganas de consumir más cuando los efectos bajen. 

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No estás haciendo suficiente ejercicio

El sedentarismo es una mala opción si pretendes mantenerte despierta con tanto estrés y trabajo de por medio. Aunque parezca que hacer ejercicio hará que te sientas más cansada, en realidad te ayudará a sentirte más enérgica gracias a la producción de endorfinas. Además te ayuda a despejar la mente, lo que favorece la creatividad y agilidad mental.

Si te es imposible ir a un gimnasio o al parque a correr, opta por tomar las escaleras en lugar del ascensor y camina en lugar de conducir distancias cortas.

 

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