Por Karen Hernández
Cualquier mujer puede estar expuesta a presentar complicaciones durante el embarazo ya que existen malestares que pueden agudizarse y convertirse en un riesgo para la madre o el bebé. Y es que algunos problemas de salud pueden presentarse antes de quedar embarazada y otros durante el embarazo
Aunque la mayoría de los embarazos transcurren sin complicaciones, es importante saber cuáles son los padecimientos que afectan con más frecuencia a las embarazadas y que pueden convertirse en algo más grave. Lo importante es que no entres en pánico y estar bajo control médico de modo que esté te de el tratamiento adecuado.
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Complicaciones antes del embarazo
De acuerdo con The Office on Women’s Health del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, es importante que si antes de embarazarte ya tenías algún problema de asma, depresión, tiroides, alguna infección de transmisión sexual o cualquier padecimiento que requiera tratamiento, no dudes en acudir a tu médico ya que hay medicamentos que son nocivos durante el embarazo.
Complicaciones durante el embarazo
Incluso en mujeres sanas pueden presentarse complicaciones y no es que tengas que revisarte a cada instante con el médico por un estornudo, pero ante cualquier síntoma persistente es importante avisarle para que te realice las pruebas pertinentes. Estas son algunas enfermedades que puedes desarrollar:
Anemia (número inferior a lo normal de glóbulos rojos sanos): Puedes sentirte cansada o débil y lucir pálida. Se presentan mareos y dificultad para respirar. Lo más recomendable es tomar suplementos de hierro y ácido fólico.
Diabetes gestacional (niveles de azúcar en la sangre demasiado altos): Por lo general, no hay síntomas sin embargo, puede presentarse sed extrema, hambre o fatiga. Si ya tenías diabetes, es importante que mantengas bajo control tus niveles de azúcar y que lleves un plan de alimentación saludable así como la administración de insulina (en caso de necesitarla) controlada por el médico.
Preeclampsia: También llamada toxemia. Se diagnostica cuando una mujer presenta presión sanguínea elevada, presencia de proteína en la orina y anomalías del hígado o riñón después de la semana 20 de embarazo. Es una condición médica grave que afecta a alrededor del 5 por ciento de las embarazadas. La mayoría de los síntomas se presentan cuando falta poco para el parto pero con el tratamiento adecuado, ni ellas ni los bebés sufren consecuencias negativas. Debido a que los síntomas progresan rápidamente, la salud de la mujer y el bebé puede agravarse por lo que hay que adelantar el nacimiento del bebé.
Polihiramnios (aumento de la cantidad del líquido amniótico): Generalmente no presenta síntomas pero si se trata de un caso severo, puede haber malestar abdominal y dificultades para respirar. Esto puede desarrollarse si el bebé viene de gran tamaño, si se trata de un embarazo múltiple o si la madre tiene diabetes. Se diagnostica con una ecografía hecha por el médico. La consecuencia principal de este transtorno puede ser un parto prematuro.