Por Olivia O’Gam Espinosa
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En 2015 la noticia de que una mujer había sido hospitalizada a causa de sus skinny jeans, le dio la vuelta al mundo. Parecía algo insólito y, para algunos, curioso. La realidad es que la joven australiana de 35 años sufrió un bloqueo de los nervios del peroneo, lo que le provocó el adormecimiento de las piernas y la imposibilidad de caminar, luego de haber pasado varias horas en cuclillas con unos ajustados pantalones de mezclilla.
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Esta es tan solo una de las diversas afectaciones que la ropa ajustada, en especial los skinny jeans, puede provocar, tal como explicó en entrevista con nuevamujer.com, la ginecóloga del Centro Médico ABC, Graciela Noren: «Los problemas por el uso de skinny jeans son más comunes a nivel de la higiene íntima, pero también provocan muchas otras alteraciones. Usar pantalones ajustados puede elevar el riesgo de sufrir reflujo y colitis, además de que no permiten una adecuada circulación de todos los vasos sanguíneos».
De acuerdo con Noren, uno de los principales problemas de esta prenda es que no permite una correcta ventilación de la zona íntima: «El uso prolongado de estos pantalones incrementa la temperatura y la humedad en la zona genital, alterando el nivel del PH vaginal. Es entonces cuando puede haber infecciones o bacterias oportunistas».
Y es que, según la experta, cuando el PH vaginal se vuelve más alcalino, es cuando hay mayor propensión a que surjan infecciones.
Las afectaciones ocasionadas por los pantalones de mezclilla ajustados no son inmediatos y existen otros factores que intervienen para que pueda darse un efecto negativo:
«Si me pongo unos skinny jeans un día no me va a pasar absolutamente nada, pero quienes usan constantemente jeans ajustados, tangas u otras prendas íntimas que no permiten una buena ventilación, son propensas a sufrir alteraciones en el PH». Aunado a esto, el sobrepeso también favorece el daño causado por la ropa ajustada: «Por lo general, las personas con sobrepeso tienen mayor humedad por el tejido graso, lo que puede condicionar que tengan más humedad en la zona de las piernas».
Cabe destacar que también la temperatura es un factor que interviene en el efecto adverso causado por los skinny jeans, ya que es la temporada de calor, primavera y verano, en donde las mujeres son más susceptibles de padecer infecciones vaginales.
Por otro lado, la British Chiropractic Association (BCA) ha señalado que al menos un 20% de las mujeres son conscientes del daño causado por usar ropa ajustada, pero eso no modifica su decisión de compra.
Un studio realizado por la BCA, y liderado por Tim Hutchful, demostró que las mujeres que usaban skinny jeans tenían mayor riesgo de padecer dolores de espalda y sufrir problemas con su portura. Y es que, de acuerdo con Hutchfull, los pantalones ajustados restringen el movimiento natural de las rodillas y las caderas.
Finalmente, la doctora Noren apunta: «No es que no puedan usar skinny jeans, pero hay que tratar de que su uso no sea tan frecuente. Hay que cuidar mucho mejor el área íntima y, en caso de que lleguen a sentir alguna molestia vaginal, irritación, resequedad e incluso dolor durante la relación sexual o incomodidad, cambien los pantalones, la ropa íntima y acudan al doctor».
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