Eres deportista, tienes tu rutina diaria constante y te sientes bien con eso. Sin embargo, por distintas circunstancias, esta semana no has podido ejercitarte. ¿Notas la diferencia? Probablemente.
Hacer ejercicio no sólo te ayuda a controlar tu peso, a cuidar tu cuerpo y prevenir enfermedades: el deporte es una fuente de energía gratuita a la que puedes acudir cuando lo necesites.
Pero aunque hacer ejercicio te ayuda a estar más activa, es clave que te preocupes de reponer la energía que gastas. Cuando transpiras, pierdes minerales y el gasto energético también implica un mayor consumo de proteínas para fortalecer la masa muscular.
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Los huevos son excelentes para ese propósito. Cómelos en cualquiera de sus formatos, y tu cuerpo recibirá proteínas y vitamina D. No importa la hora del día, un huevo siempre será bienvenido.
El aporte en fibra lo puedes obtener de alimentos integrales. La quinoa es un súperalimento que también ayuda a recuperar energía. Contiene mucha fibra, nutrientes y es muy fácil de preparar.
Los frutos secos, como nueces, almendras y avellanas ayudan a regenerar las fibras musculares y son ideales para esos momentos en que estás apurado: los puedes comer en el camino.
Lo más importante, es que comas algo. El cuerpo gasta energía y lo mínimo que puedes hacer por él es cuidarlo y ayudarlo a recuperarse. Recuerda tomar agua, siempre.