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¿Existe o no la ‘mala mano’ en las parejas?

‘Mala mano’ es un término de la jerga latinoamericana para describir el efecto negativo de una relación deficiente que involucra el aspecto físico de las personas.

La expresión de tener “mala mano” puede entenderse en varios países de Latinoamérica como Chile, Ecuador, Perú, entre otros, como un sinónimo de un mal sexo, mismo que desemboca en la anulación de la parte más atractiva de la persona que lo recibe, a través de un cuerpo decaído y sin forma o con un rostro opaco y con ojeras.

La cuestión que surge en base a esta frase, manejada como parte de la jerga de la sociedad latinoamericana, es si realmente ¿el sexo o las relaciones influyen en cómo te ves? Ante la carencia de evidencias científicas que determinen esto decidimos consultar a cuatro expertos de varias áreas para responder esta pregunta.

Según Jaime Domínguez, terapeuta holístico y alternativo y máster en hipnosis clínica, la expresión dicha como “mala mano” es errónea. “Por mi parte yo no estoy de acuerdo con que se lo denomine así pero si puedo señalar que esto tiene que ver con las energías negativas y positivas que hay en cada aspecto de la vida cotidiana, más aún si se trata de los encuentros íntimos de las parejas.

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El disfrute es el que define la buena o mala energía. Lastimosamente cuando te entregas a la otra persona piensas más en el otro que en tu propia satisfacción, y ojo que esto no se entienda como algo egoísta pero la situación es simple. Cuando piensas en si le gustará al otro, automáticamente estás bloqueándote, lo correcto es que lo disfrutes porque solo así logras hacer disfrutar al otro.

La energía sexual es muy fuerte porque entregamos cuerpo, mente y también emociones, aspectos que nos hacen vibrar. Seamos muy honestos con cada uno porque uno sabe lo que dicta nuestro corazón y sabemos lo que es bueno para nosotros y lo que no. Incluso hay que saber que si hay sexo sin amor no significa que haya una mala energía.

Para esto no hay un manual, no hay una receta. Simplemente hay que entender el cómo se lo hace y con esto quiero decir que cuando nos entregamos debemos dejar las vergüenzas a un lado y vivir al máximo todo el disfrute y el placer”, explica Domínguez.

Así mismo, la terapeuta de parejas, Nuria Vanegas, explica que el contexto es por la creencia que refiere lo urbano, que hay personas que te «arreglan» y otras que hacen lo opuesto. «Toda persona que llega a nuestra vida, es porque necesita reflejarnos a nosotros lo que debe ser sanado en nuestra psique o nuestra alma, como le quiera decir.

De acuerdo a esto, las personas pueden ir sanando juntas y cada vez se verán más hermosas, si por el contrario, la relación opaca a la persona, estamos ante un esfuerzo de aquella, por ignorar la enseñanza y huir buscando desenfrenadamente sólo la felicidad que se supone le daría. Esto ocasiona agotamiento emocional, depresión, y esto es lo que se refleja en lo externo, el desgano de vivir, el dolor de no ver, la ansiedad de no encontrar lo que se esperó que sea y se sigue huyendo de la depresión que se instala, lo que empeora la situación, entrando en un círculo vicioso, pues mientras más gris esté la persona, menos le atraerá a su pareja y más dolor sentirá, lo que hará que la persona se desluzca, cada vez más.

Haciendo referencia a Carl Jung (un médico psiquiatra y psicólogo, uno de los precursores del psicoanálisis y de la psicología analítica), él nos dice que: La depresión es como una señora de negro. Si llega, no la expulses, más bien invítala como una comensal en la mesa, y escucha lo que te tiene que decir. Al huir de la persona, sin el aprendizaje, caerá en manos de una persona que le vuelva a mostrar lo mismo», detalla Vanegas.

Para Jacqueline Pareja, practicante de sanación reconectiva, la energía sexual influye mucho en el estado de ánimo de cada persona. «Hay estudios científicos que afirman que si se mantiene una relación sexual sana con amor y conciencia, a través de la transferencia de esta energía, se produce un estado de unidad. Sin embargo, cuando una persona tiene sexo sin amor logra una frecuencia o energía baja, en el sentido que se da una alteración en nuestro campo áurico, que puede llegar a contaminar nuestros pensamiento y nuestra energía produciendo incluso enfermedades u ocasionando problemas en tu vida porque en realidad tu no sabes nada de esa persona, ni cuantas personas estuvieron antes que tú y te quedas conectado con la energía de esa persona y de las demás. El sexo en un compartir y recibir es mas sano. Todo lo que se realice sin amor tiene consecuencias en todos los momentos de nuestras vidas», afirma Pareja.

Finalmente, el sofrólogo Javier Gómez, coordinador de la Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris Ecuador, manifiesta que contrario a lo que se ha creído, últimamente se ha descubierto científicamente que la actividad sexual acelera el proceso de envejecimiento además de llenar el ser (del ser humano) de hastío y decepción. «Seguimos buscando la satisfacción interior a través de experiencias sensoriales. Este patrón de conducta nos sigue decepcionando y la prueba de ello se ve en el estado de descontento y vacío que las personas encuentran dentro de sí mismas. Como dos vasos vacíos intentando llenarse uno al otro, el resultado es quedar quebrados: peleas, divorcios, etc.

Si la ley es perder energía y el alma no es la excepción, entonces ¿de dónde tomo esta energía espiritual? Si esta ley universal es correcta, no debe ser solo que nosotros perdamos energía sino que todos hemos de ser capaces (y esto es independientemente de la inteligencia, cultura, religión, de cada persona, cada alma) de recargarnos espiritualmente a sí mismos» propone Gómez.

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