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¿Quién era José Luis Cuevas y por qué fue tan importante para el arte mexicano?

Fue uno de los primeros en romper con la hegemonía del muralismo

Por redacción Nueva Mujer

Fotos cortesía INBA

Cuevas supo hacer de su exposición pública y de su arte, una experiencia muy singular. Era uno de los artistas más completos de su era pues además de ser pintor y escultor, era lingüista. Muchas de las mentes más notables hablaron del artista mexicano para un especial que Canal Once publicó hace algunos años y todos concluyeron lo mismo: «Cuevas es irreverente».

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No sólo fue un artista extraordinario, también fue uno de los críticos más acérrimos del ‘muralismo mexicano’, declaraciones que lo situaron en el ojo de los señalamientos, pues nadie de su época se atrevía a enfrentar el estilo y hegemonía propuestos por Diego Rivera.

José Luis Cuevas nació el 26 de febrero de 1934 en la Ciudad de México, en la fábrica de lápices y papeles «El lápiz del águila», de la que su abuelo paterno era administrador. Cuevas, en entrevista para Canal Once, dijo que asistió a la escuela Benito Juárez, ‘una escuela modelo’ en la colonia Roma, que marcó su formación y que fue relevante para dar paso al artista.

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A los catorce años Cuevas conoció a Mireya, una mujer que lo cautivó, la joven modelo a quien consideraba extremadamente bella, fue quien lo inició en el arte, pues sus primeros trazos fueron de esta mujer, totalmente desnuda. Además de esta mujer, el trabajo de Cuevas está marcado por el contexto que le tocó vivir. Creció en el centro de la Ciudad de México, por lo cual sus primeras pinturas estaban plagadas de estilo barroco, pero también de burdeles, eran crudas y reales como las situaciones a las que se enfrentaba a diario.

Ángeles González Galio, cronista, narra que Cuevas conoció las zonas de tolerancia de la ciudad y con ello a las prostitutas, alcohólicos y demás imágenes que siempre le obsesionaron y plasmó en su obra. «A las prostitutas las veía yo desde que era pequeño y amaban mi atención», dijo en alguna ocasión el artista para una entrevista.

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José Luis Cuevas creció en un mundo en el que a los pobres la Revolución no les había hecho justicia, estuvo cerca de manifestaciones populares y fue uno de los distintivos en su obra, algo que de cierta forma le dio personalidad. José Clemente Orozco fue una de sus fuentes de inspiración, le conquistó su manejo de la línea. A partir de ahí, creó su propio estilo, mismo que lo acompañó a lo largo de su carrera.

Cuevas fue muy importante para el arte mexicano porque hizo lo que nadie quería hacer, rompió con una corriente liderada por Diego Rivera. En uno de sus múltiples textos criticó a la Escuela Mexicana de Pintura y su ‘feroz nacionalismo’. En el texto que lleva por título ‘La cortina de nopal’, escribió: «No pretendo ningún liderato juvenil ni trato de reclutar rebeldes con que atacar el infecto bastión de Bellas Artes. Me conformo con decir lo que siento que es, sin lugar a dudas, el mismo sentir de otros individuos de mi generación, tanto en el arte como en diferentes actividades intelectuales. Si mis declaraciones pueden ahora, o más tarde, servir de algo a los nuevos creadores, me sentiré satisfecho de haber cumplido con un deber».

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